La cabaña caballar de Amil, en Moraña, ha sufrido una vez más el ataque de los lobos, según denuncian los ganaderos, que ayer informaron de la aparición del cadáver de un potro parcialmente devorado. El número de ejemplares de caballos que viven en el monte Acibal y sus inmediaciones se ha visto reducido en los últimos años a causa de los ataques de los lobos, hasta el punto de que la celebración de última edición de la rapa de Amil, que se desarrolla siempre en el mes de julio, estuvo amenazada con suspenderse a causa de la caída del censo equino. Finalmente sí se pudo llevar a cabo pero con menos ejemplares que en años anteriores.