José Luis Rodríguez (en primer término en la imagen que ilustra esta información), lucía ayer un traje muy especial: el original se cosió en 1934 para representar a Galicia en una exposición en Madrid, desapareció durante la Guerra Civil y fue localizado años después en Nueva York en la Hispanic Society. "Hicimos una réplica exacta, con tejidos procedentes de Burgos, paños traídos de Béjar, la sedas de la montera de Holanda..." explica el integrante de Sete Espadelas.

Este colectivo promueve "Sete varas, un refaixo" en colaboración con el Concello y la Diputación, cuya sede central será escenario el próximo día 10 de esta pasarela. "Nunca en Galicia ha habido antes un acto similar", explica David Quiñones, que al igual que José Luis Rodríguez fue galardonado el pasado año con el Premio Antonio Fraguas de Investigación sobre o Traxe Tradicional Galego.

Ambos acompañaron a la teniente de alcalde Carme da Silva y al diputado provincial de Cultura, Xosé Leal, en la presentación de la pasarela. Dará comienzo a las 21.30 horas y para facilitar su celebración se instalarán plataformas dentro y en el exterior del Pazo Provincial.

También habrá pantallas para que el público pueda apreciar los distintos detalles de las indumentarias y se colocarán 320 butacas (120 de ellas en el interior del edificio) para acomodar a los asistentes.

Éstos podrán contemplar cerca de medio centenar de indumentarias de distintas comarcas gallegas, diez de ellas de los siglos XVIII y XIX y las restantes réplicas exactas de los originales en las que se emplean los mismos tejidos, incluso su origen, y patrones en los que no se ha variado ni un solo elemento.

También se han realizado prestamos de piezas originales que, al igual que los trajes de hace 150 años plantean todo un reto ya que, como recordó José Luis Rodríguez, "lo más complicado son las tallas, en los vestidos de mujer las cinturas son de 60 centímetros, que en la actualidad solo tiene las niñas de 12 o 13 ñaños, un gran problema fue encontrar gente que entrase en esos trajes".

Se trata en buena parte de los casos de indumentarias muy especiales que se reservan exclusivamente para la pasarela ya que "no pueden exponerse al sol ni andar por la calle" para no poner en riesgo su conservación. Algunas de ellas también han sido afectadas por la polilla o sencillamente sufren el paso del tiempo.

Los exhibirán 45 modelos, a los que se suman casi otros tantos ayudantes para ayudar a colocar las distintas piezas, la orivería, reproducir peinados de época etc.

La gran mayoría de las vestimentas que podrán verse en "Sete varas, un refaixo" (alrededor de 38) pertenecen a Sete Espadelas, que además de la pasarela ha organizado con las instituciones otras actividades paralelas al desfile. Se trata de la microexposición de trajes tradicionales que tendrá lugar en el Centro de Interpretación das Torres Arzobispais (CITA) a partir del próximo día 6 y hasta el 9 y que podrá ser visitada de 10 a 14 horas.

El día 9 en que se clausura la exposición se celebrará una mesa redonda sobre la indumentaria tradicional en la actualidad en la que se analizarán temas como la deturpación y folclorización de nuestra cultura.