La playa fluvial del Lérez, en servicio desde hace ocho años, será renovada en su totalidad para recuperar las condiciones que mostraba en su estreno, en 2009. Aunque esta zona de baño “está en buenas condiciones” de cara a la temporada estival que está a punto de comenzar, el Concello ha decidido afrontar un exhaustivo plan de actuación que incluye la renovación de la práctica totalidad de la arena y la mejora de los accesos y la zona de duchas, entre otras obras.

En todo caso, este proyecto no estará listo para este verano de 2017 y se pospone para la próxima temporada ya que serán necesarios al menos dos meses de trabajos y tener el arenal totalmente cerrado, según explica el concejal portavoz municipal, Raimundo González Carballo.

El edil insiste en que la playa “ofrece a día de hoy todas las garantías”, pero admite que en los ocho años transcurridos desde su estreno, ha registrado deficiencias “a causa de la dinámica fluvial, de corrientes y mareas, los agentes climáticos y el propio paso del tiempo”.

La actuación parte con un presupuesto de 235.000 euros y se centrará en los 6.676 metros cuadrados de arena, si bien toda la concesión de Costas abarca casi tres hectáreas.

La principal actuación se centra en la sustitución de la malla geotextil situada bajo la playa, que evita que los lodos del río se mezclen con la arena, si bien su función ya ha perdido eficacia y asoma en varios puntos.

Se colocará una nueva, “más moderna y eficaz”, lo que obliga a retirar la totalidad de la arena actual. La intención es aprovechar después la que sea reutilizable, pero se da por hecho que habrá que reemplazar buena parte de este material, que en su día se obtuvo de una cantera de Verducido.

Para ello habrá que instalar barreras anticontaminantes en el río, habilitar accesos para los camiones y adoptar otras medidas que impedirán el uso de la zona, de ahí que se aplace hasta pasada la actual temporada de baño, que oficialmente abarca desde hoy, 1 de junio, hasta el 30 de septiembre, plazo establecido por la Consellería de Sanidade para sus análisis de la calidad de las aguas, análisis en los que el Lérez mantiene desde hace unos años la calificación de “insuficiente”. El Concello garantiza, en todo caso, que el agua es “perfectamente apta” para bañarse y así se certifica con la presencia en verano de unos 200 usuarios por las mañanas y 500 por las tarde.

Hasta finales de este mes o ya en julio no se establecerá el habitual servicio de socorristas, en la única playa del municipio que dispone de estos vigilantes, y hace unos días se sacó a concurso la gestión del quiosco-bar del lugar.