"Altamente creíble". Así calificaron las peritos psicólogas el relato acusatorio que realiza una menor de edad que en abril del pasado año reveló a sus padres que estaba siendo, presuntamente, objeto de abusos sexuales por parte de su abuelo paterno en el domicilio de éste ubicado en el partido judicial de Tui, concretamente en el municipio de A Guarda. Los abusos se habrían producido cuando la menor tenía entre ocho y nueve años de edad.

Aunque la declaración de la niña se desarrolló a puerta cerrada para protegerla, la menor, que declaró tras un biombo para evitar el contacto visual con su abuelo, ratificó este relato en el que señala diferentes episodios de abusos por parte de su abuelo, dado que así lo destacaron tanto la Fiscalía como la acusación particular en sus informes definitivos. Según explicó la niña, su abuelo le realizaba tocamientos de carácter sexual y le daba besos en la boca a pesar de la negativa de la menor. También señaló que en una ocasión fue el acusado quien le dijo que le tocase los genitales a él.

El procesado, J. V. F., niega los hechos. Esta mañana en el juicio se acogió a su derecho a no declarar después de que el tribunal rechazase una petición de la defensa que puso en cuestión la exploración realizada en su día a la víctima y que reclamaba la realización de una nueva prueba. El acusado que no iba a declarar al entender que no se habían realizado todas las pruebas que estimaba oportunas para poder defenderse con garantías.

Los padres de la menor también declararon protegidos por un biombo, evitando el contacto visual con el acusado. Ambos señalaron en el juicio como la menor, después de uno de estos supuestos episodios de abusos, decidió contarle lo sucedido inicialmente a su padre (hijo del acusado) y posteriormente a su madre. Ambos pusieron el caso en manos de profesionales sanitarios y de la Justicia.

La Fiscalía destacó el testimonio "contundente" de la menor, una palabra que también utilizó para calificar el informe de los forenses, quienes consideran que "no solo se cumplen muchos criterios" que permiten calificar el relato de la niña como "altamente creíble", sino que "aparecen también otros muchos criterios que incluso en otros testimonios veraces no aparecen". Por lo tanto, ven poco probable que la niña pudiera estar mintiendo. Tampoco hallaron ningún elemento de animadversión de la menor hacia el abuelo.

"Miedo" al abuelo

Los padres de la niña señalaron que la menor, que actualmente tiene diez años, todavía sigue teniendo "pesadillas" por lo sucedido y está a tratamiento psicológico. Afirman que les comentó que se calló algunos de los episodios de abusos por "miedo al abuelo" pero que un día se dijo que "no aguantaba más" y los desveló.

La Fiscalía y la acusación particular consideran probado que el acusado es autor de un delito de abuso sexual continuado a la menor. El Ministerio Público solicitaba inicialmente una pena de seis años de cárcel para el acusado, 9 de alejamiento y diez más de libertad vigilada, al tiempo que reclama su inhabilitación para el ejercicio de cualquier profesión con menores de edad por espacio de once años. La Fiscalía cree que el acusado se prevalió además de su situación de superioridad sobre la menor para cometer los hechos.