Vanessa Rodríguez es la cara visible de un partido enfrentado por la decisión de romper unilateralmente el gobierno tripartito de Sanxenxo y ceder la Alcaldía al PP. La concejal hasta ahora de Personal y Seguridad Ciudadana explica su visión de los conflictos internos de Sanxenxo Agrupación Liberal (SAL).
-SAL está más roto que nunca.
-Nunca estuvo tan mal como ahora mismo. Hay posturas en contra del pacto con el PP y, evidentemente, también hay posturas a favor. Lo que yo pretendía hacer con la asamblea del pasado jueves es conseguir lo que siempre se hizo en SAL, que es que los afiliados, la militancia y los simpatizantes se pudiesen pronunciar para tener al menos un criterio de partido. La decisión final es siempre de los concejales porque así lo dice la ley. Pero por ejemplo yo necesito conocer el sentir de la mayoría del partido para tomar decisiones. Si el cauce era una asamblea o una reunión, da igual. Si lo que les molesta es la palabra asamblea, pues considerémoslo una reunión.
-Pita, Sueiro y Fernández alegan que ya hubo tres reuniones previas a la firma del pacto y que el sentir mayoritario es apoyar el acuerdo.
-La única que se convocó formalmente (y de aquella manera, porque fue en festivo y con 9 horas de antelación) y a la que asistió todo aquel que quiso fue la del miércoles 17 de mayo. Fue el único momento en el que pusieron al resto de miembros del partido en conocimiento de que se estaba ultimando un pacto con el PP. Y de aquella manera, porque lo explicaron muy por encima. Casualmente, al día siguiente ya estaba firmado.
-¿Se trató de votar la aceptación del nuevo acuerdo con el PP ese día?
-En esa reunión se me pregunta qué intención tengo, porque yo digo que no estoy de acuerdo con el pacto. Yo respondo que voy a acatar lo que diga la mayoría. Si la mayoría refrenda el pacto, no tengo problema en ceder mi acta. Nunca me enfrentaré a la mayoría del partido. Lo tengo clarísimo. En ese momento, Gonzalo me cortó y me preguntó: ¿por qué das por hecho que se va a votar? Yo respondí que era lo que siempre se había hecho, pero él dijo: aquí no se va a votar nada.
-Entiende que hubo un golpe de mano unilateral, sin tener en cuenta a los afiliados.
-Hubo un cambio en las formas de hacer de SAL que no tiene justificación. No venían dispuestos a escuchar, sino a comunicar algo que ya estaba hecho. Entiendo el enfado de mis compañeros. Los que no estaban por la labor del pacto en estas condiciones se ven enfrentados a comentarios feos en la calle o donde sea cuando ellos no tienen nada que ver. Ellos no tienen la visibilidad que yo tengo para mostrar públicamente su postura. También creo que hay otros que les gustaría poder defender el pacto, pero no les han dado argumentos para hacerlo.
-Pita ha acusado a su sector de "faltar al respeto".
-Si tiene algo que denunciar, que dé un paso al frente. Sino, quizá sea él el que acabe denunciado por acusaciones falsas. Desde SAL se le ha respetado siempre pese a no merecerlo por el desprecio que está demostrando últimamente a todos nuestros principios. En cuanto a las posibles expulsiones del partido, les recomiendo a los tres concejales que se lean los artículos dedicados a las numerosas faltas graves que se han cometido en estas últimas semanas.
-Pita trata a los que está en contra del nuevo acuerdo bipartito como "una minoría radical".
-Si está tan convencido de que somos una minoría, lo que tenía que haber hecho era presentarse el jueves en la asamblea con su supuesta mayoría y demostrarla. Si no lo ha hecho, por algo será. Su actitud es cobarde.
-El problema es que por mucho que lo intenten, ya no hay nada que hacer. Mañana renunciará y dejará la Alcaldía en bandeja al PP.
-Parece difícil. Pero yo le invito expresamente a que convoque una reunión antes del pleno de mañana y demuestre esa mayoría. Si no lo hace estará evidenciando una vez más que no le interesa la opinión del partido y que está usando las siglas de SAL a su propio criterio y antojo.
-¿Hay otra opción?
-Recomponer el tripartito, algo que parece ya descartado. También pactar con el PP en otras condiciones. Las condiciones que nos ofrecían tras las elecciones eran mejores que las de ahora. Y eso que supuestamente ahora estábamos en una posición más fuerte al poseer la Alcaldía. Las contrapartidas que se dan no compensan lo que se están cediendo. En algún otro momento de la negociación seguro que se pudo hacer más fuerza que ahora. Y sino, siempre está la opción de gobernar en minoría. Nosotros ya lo hemos hecho. Y no creo que el PP lo quisiese hacer.
-¿Por qué no acepta al PP?
-Para empezar, tiene que quedar claro que yo no soy anti nada. Ni siquiera tengo nada en contra del PP, pero sí de Telmo Martín. Él es el problema. No como persona, sino como político. Yo no vine a la política a hacer paripés. Las formas de ejercer su cargo que ha tenido me parece que no son las que debe tener un alcalde. Y me consta que sigue con esa misma idea. Entonces yo no puedo respaldar eso. Porque además, tengo un compromiso de cuatro años con otro proyecto diferente.
-¿Todo esto hecha por tierra el trabajo hecho estos dos años?
-Para mí, sí. Estoy orgullosa de haber formado parte del cuatripartito y el tripartito. Creía que Pita iba a ser el alcalde más valiente y honrado de la historia de Sanxenxo, pero no sé cómo será recordado ahora, aunque sé que se entregó al 100%. Ahora teníamos en marcha proyectos que nos costó mucho poner en marcha y se finalizarán en los próximos dos años. Serán otros quienes se lleven los méritos.
-¿Está abocado SAL a la desaparición?
Espero que no. Pero estamos abocados a lo que vaya ocurriendo. A estas alturas y con las sorpresas que me da la vida, no me atrevo a decir nada. Espero que SAL pueda sobrevivir. Pero va a quedar muy afectado.
