La cuarta jornada del macrojuicio por narcotráfico al grupo de lancheros supuestamente dirigido por Rafael Bugallo Piñeiro "O Mulo" permitió ayer poner fin a los interrogatorios a los 13 acusados que se sientan en el banquillo. Después de las primeras cuatro declaraciones que se produjeron el martes, ayer fue el turno de los 9 restantes. En total, de los 13 acusados hay un total de cinco personas que niegan cualquier tipo de vinculación con el grupo de O Mulo y con el alijo de 3.500 kilos de cocaína que acabaron en el mar tras un intento de desembarco en la planeadora que los tripulantes acabaron por incendiar en A Lanzada en agosto de 2008.

Se trata de los dos hijos de la entonces pareja sentimental de "O Mulo", a quien el mismo exculpó, Gustavo Adolfo A. C. y Víctor Manuel R. C., que ya declararon el martes. Ayer también negaron su implicación en la operación de transporte de cocaína Manuel N. G., Fernando B. V. y Fredy Willy C. L. El resto admitió alguna participación, si bien con múltiples matices y en uno de los casos, como el de José Luis M. G., rechazando de plano el relato realizado por "O Mulo" en la nota manuscrita hallada en un registro de su vivienda.

La jornada de ayer comenzó con la declaración de quien el fiscal señala en su escrito como "hombre de confianza" de Rafael Bugallo, José Antonio B. P., quien negó este papel de mano derecha de "O Mulo". Asegura que su trabajo en la organización se limitaba al de "un peón" que se dedicaba a realizar recados en una furgoneta a la búsqueda sobre todo de bidones de gasolina para completar la ingente cantidad de combustible que precisaba la lancha rápida para realizar su periplo en alta mar hasta contactar con el buque nodriza. Al igual que había hecho el día anterior Luis Miguel F. V., José Antonio B. P. insistió en todo momento que actuaba "bajo órdenes" de Rafael Bugallo: "Yo solo soy un marinero que estaba a lo que mandaba ese señor", declaró señalando hacia O Mulo, con cuya hija había mantenido una larga relación sentimental.

Esta declaración no fue del agrado de Bugallo Piñeiro, quien al término del juicio volvió a pedir la palabra para intentar desacreditar los testimonios de estos dos subalternos al asegurar que su participación fue más allá al encargarse de asuntos como la compra de los motores de la lancha, algo que añadió, podría demostrar con una "grabación" que dice tener en su poder.

Ayer también declaró un conocido piloto de embarcaciones de la ría de Arousa, Fernando P. R., quien reconoció que el relato que efectúa "O Mulo" en el ya famoso manuscrito "es casi todo verdad". Lo único que rechaza es que él hubiera contratado a varias personas para ir en la lancha. Asegura que esto fue tarea del propio Bugallo Piñeiro. Reconoció que inicialmente pactó con "O Mulo" que pilotaría la lanzadera si la descarga coincidía con uno de los días de permiso que tenía en el CIS de Vigo. También reconoció contactos con el patrón del "Ratonero" para que abastecise de combustible a la planeadora en alta mar, siempre por indicaciones de Rafael "O Mulo".