La Guardia Civil detuvo ayer en Pontevedra a un vecino de Meis, A.L.O., de 34 años, con algo más de 500 dosis de cocaína que supuestamente transportaba en su vehículo, aunque habría intentado deshacerse de ellas al detectar la presencia policial.

El arresto se produjo durante la tarde de ayer en el transcurso de un punto de verificación selectiva de vehículos que tenía establecido la Guardia Civil en los accesos al polígono industrial de O Campiño y A Reigosa, en el término municipal de Ponte Caldelas.

Sobre las 18:00 horas, los integrantes del operativo observaron como un vehículo efectuaba una maniobra evasiva al percatarse de la presencia de control, maniobrando bruscamente para cambiar el sentido de la marcha y evitar el control policial.

La reacción de los efectivos del operativo, dispuestos en el control para atender este tipo de incidencias, fue inmediata y pudo localizar instantes después al vehículo que se había dado a la fuga cuando trataba de ocultarse en una de las empresas del polígono industrial.

Al identificar al conductor se pudo constatar que se trataba de la misma persona que había sido detenida el pasado mes de abril, en el mismo lugar y con la misma cantidad de cocaína.

Pese a que en esta ocasión, ni el conductor llevaba droga consigo, ni tampoco se le encontró nada en el vehículo, las circunstancias de su intento de fuga y los antecedentes anteriores, propiciaron una búsqueda más exahustiva por la zona que dio sus frutos con la localización de una bolsa de plástico, oculta en las inmedaciones del vehículo, con algo más de 500 dosis de cocaína, de la que había tratado de desprenderse.

En consecuencia, se procedió a la detención de esta persona, conductor y único ocupante del vehículo que, junto con la droga incautada fue puesto esta mañana a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Pontevedra, que decretó su libertad con cargos.