El tono del debate no sobrepasó los cauces normales hasta su tramo final, cuando Rafael Domínguez replicó a Anabel Gulías. Tras emplazar a nacionalistas, socialistas y rupturistas a "no ver el apartado religioso" en su propuesta, sino el económico, pidió al gobierno local que "abandone su ceguera política y deje de ver enemigos en todo lo católico".

Insistió en que "muchos peregrinos que hacen el Camiño Portugués desconocen la aparición de la Virgen en nuestra ciudad, un problema que debemos subsanar".

Pero después ya entró en un ámbito de ataque más personal y menos correcto, al espetar, sin más, que "la culpa es de Lores por traer a una persona de Forcarei a promocionar Pontevedra", en referencia al origen de Gulías, natural de aquel municipio. El desafortunado comentario fue ampliamente rechazado por los demás ediles, si bien Domínguez no se amilanó y emplazó a la concejala de Promoción da Cidade a "regresar a esa preciosa tierra".