"Lo mínimo era dar una vuelta, pero todos los alumnos hicieron lo posible por aumentar esta cifra", explica los convocantes de la Carrera contra el Hambre, que ayer alcanzó su vigésima edición.

Cerca de medio millar de alumnos del instituto (470 solicitaron dorsales) participaron en esta actividad enmarca en el proyecto europeo Yes! (Young Europeans in Sports) que a su vez forma parte del plan Erasmus+, en el que participa el Valle Inclán desde este mismo curso.

Convocó en la carrera a todos los grupos de Secundaria y a los del Erasmus Yes! y el calentamiento para la prueba corrió a cargo do Elena Martínez, monitora de zumba que animó a entrar en calor a los corredores al ritmo de la música.

Momentos después los estudiantes se esforzaron por correr el mayor número posible de vueltas, aunque la carrera no tuvo un carácter competitivo y se podía participar andando. En las semanas anteriores los alumnos buscaron sus propios padrinos y "patrocinadores", que aportaron un pequeño donativo por cada tramo recorrido.

Sin carácter competitivo, la prueba invitó a todos los alumnos a esforzarse en la medida de sus posibilidades y cada uno de ellos fue anotando el número de vueltas en su propio dorsal a medida que pasaba por la meta. El circuito se situó en la avenida de Montero Ríos, frente al propio instituto, y cada vuelta incluyó medio kilómetro de carrera.

Ésta tuvo como preludio un encuentro en el voluntarios de Acción contra el Hambre explicaron a los estudiantes las causas y los efectos del hambre en el mundo. En este 2017, la conferencia se centró especialmente en el caso de Etiopía.