Gonzalo Pita asegura que su renuncia no tiene que ver exclusivamente con las distintas posturas entre SAL y BNG y PSOE de Sanxenxo sobre la reforma de la Avenida Luis Rocafort. Para el futuro teniente de alcalde, "el tema de las obras de mejora solo fue el detonante final".

Pita reconoció que en las últimas semanas ha habido cuestiones "que se fueron acumulando" y que tensaron una cuerda que ya de por sí era frágil debido a la alianza de tres partidos con ideologías diferentes. Sin embargo, la "deslealtad" de sus exsocios de gobierno, fue el punto de no retorno.

Pita entiende que la Diputación de Pontevedra, institución que lleva a cabo la obra y que paga el 70% de la misma, le faltó al respeto. Concretamente en declaraciones de César Mosquera y el diputado Uxío Benítez, diputado de Mobilidade, que acusó al regidor de Sanxenxo de "criticar la obra" por no tener nada claro y "ser un novato en política". Ante esto, Pita cree que sus socios de gobierno, del mismo color político que la institución provincial, no intercedieron.

"Les pedí que rectificaran porque me sentía incómodo. No se produjo ninguna novedad. Yo a raíz de ese momento no me siento ilusionado con este proyecto porque en este gobierno en minoría ha habido una falta de lealtad que no puedo consentir", explicó el actual alcalde, que prosiguió diciendo que "antes de la rueda de prensa de hoy (por ayer), ellos ya conocían el descontento". "No mediaron con la Diputación y ya sabemos cual es el desenlace. Hace dos o tres semanas que no tengo muchas ganas de sentarme con ellos en la misma mesa porque no me siento cómodo después de todo", expresó.

Críticas a la Diputación

Gonzalo Pita continuó manifestando que no entendía como la Diputación "impone que la obra se va a acabar sí o sí a su manera". "No entiendo esa actitud de no poder incorporar demandas de los vecinos a mi instancia. Hay dinero público que el Concello de Sanxenxo puso en el 2014" expresó.

Para el líder de SAL, no tiene sentido que la Diputación les entregue la obra y diga que si se quiere hacer modificaciones sea a posteriori, una vez rematada y "con el dinero de los vecinos". Pese a ello, el alcalde quiso destacar que "el tripartito no se rompe por 20 plazas de aparcamiento". "No fue el fondo, sino las formas de discutir el proyecto. Se le está faltando al respeto a todo Sanxenxo", matizó.

En la misma línea, el portavoz del partido liberal criticó a sus exsocios de gobierno porque "a falta de dos años todavía para las elecciones, miraron más para sus siglas que para los vecinos".

Pese a todo, la idea del futuro bipartito pasa por "no paralizar la obra". "Queremos que se termine cuanto antes y luego estudiar futuras reformas una vez esté finalizada. Lo que puedo asegurar es que va a quedar una avenida maravillosa", recalcó Gonzalo Pita.