La ronda Este, un vial entre O Marco y San Mauro que comenzó a planificarse en 2013, comienza su segunda andadura, con el objetivo de que sea la definitiva. Después de que el primer diseño de este futuro acceso a Príncipe Felipe y Montecelo fuese anulado en diciembre pasado por la Diputación debido a las "numerosas deficiencias" del proyecto, la entidad provincial ya dispone del documento definitivo para licitar y ejecutar las obras. Aunque el trazado y las características del vial son prácticamente similares, el presupuesto final de esta carretera de menos de un kilómetro se ha disparado.

El primer proyecto se adjudicó en diciembre de 2015 por 1,1 millones de euros -una adjudicación que fue anulada un año después- y ahora se npresupuesta en 2.058.000 euros de obra, ya que hubo que introducir "correcciones" tanto en el apartado técnico, con mejores accesos a diversas viviendas, como por exigencias de otras administraciones, entre ellas la Axencia Galega de Infraestruturas, que reclamó la instalación de "lombos" en la carretera de Ponte Caldelas, donde concluirá el eje central de la ronda, según ha apuntado el vicepresidente de la Diputación y concejal de infraestructuras, César Mosquera.

Torretas eléctricas

Además, las expropiaciones, ya liquidadas a la espera de alguna reclamación por las valoraciones, también se dispararon, al pasar de menos de 600.000 euros a 1.065.000, debido, según Mosquera, a que no se habían tenido en cuenta todos los terrenos y sus bienes y, sobre todo, por la presencia de dos torretas eléctricas no contempladas en el proyecto original y que hay que reubicar.

Casi cinco meses después de anularse la primera adjudicación y recién cumplidos cuatro años desde que se firmó el convenio que dio origen a este plan, la Diputación ya dispone del diseño definitivo, que esta misma semana recibió el visto bueno del Concello.

El objetivo ahora es poder licitar las obras en las próximas semanas para iniciar la ejecución a final de año. Aunque los plazos serán muy ajustados, el vial podría estar en servicio a finales de 2018.

En diciembre pasado, la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, y el alcalde, Miguel Fernández Lores, ya firmaron una addenda al convenio de 2013 para prolongar su vigencia por un año más, hasta diciembre de 2017. Sin embargo, aún falta por aclararse el reparto de la financiación, pendiente de un nuevo convenio. Hasta ahora el Concello tenía que asumir las expropiaciones y la mitad de la obra, pero el gobierno provincial apunta a que la distribución de los 3,3 millones finales se haga como en otros proyectos parecidos, de modo que la Diputación aporte el 70% del global (unos 2,3 millones) y el Concello el millón restante. No obstante, esta apartado aún debe concretarse.

La ronda Este está plagada de obstáculos desde su origen. Además de las deficiencias detectadas, careció de permiso ambiental hasta diciembre de 2016, pese a que estaba adjudicado desde un año antes y tampoco contaba entonces con el informe de la Axencia Galega de Infraestruturas, toda vez que el vial entronca con dos carreteras autonómicas. Este organismo autonómico ordenó efectuar diversas correcciones en las conexiones con la PO-542 y con la carretera de Ponte Caldelas.

La ronda Este, de unos 970 metros de longitud, servirá para aliviar del tráfico el "atajo" que ahora se utiliza para subir al Hospital Montecelo y a la ciudad infantil Príncipe Felipe a través de las rúas das Pereiras y das Olivas, angostas e insuficientes. Su ejecución cobra además mayor importancia como acceso a Montecelo y arranque de la red viaria de su plan de ampliación.