La mayoría de las empresas que integran el sector de la producción de cloro-alcalí en España (Electroquímica de Hernani, Electroquímica Onubense, Ercros y Química del Cinca, es decir, cuatro de las siete productoras que trabajan actualmente en territorio nacional) han reaccionado ante la decisión del gobierno de Cantabria de tramitar una prórroga a la planta de Solvay en Torrelavega para que pueda mantener su producción utilizando la tecnología del mercurio durante un máximo de 24 meses, mientras acomete el proceso de modernización hacia un modelo basado en la utilización deceldas de membranas, mucho más respetuoso con el medio ambiente. Cabe recordar que la legislación europea establece que a partir del 11 de diciembre de este año las cloreras que todavía utilicen la tecnología de mercurio deberán cesar su producción.

Estas cuatro empresas aseguran que Cantabria "vulnerará la ley si autoriza una prórroga a Solvay" y advierten de que, en tal caso, "ejercitarán cuantas acciones sean pertinentes en aras a combatir tal manifiesta ilegalidad".

Lo cierto es que el contundente posicionamiento de estas cuatro empresas supone también un nuevo obstáculo para la continuidad de Elnosa en Pontevedra. La noticia de la posible prórroga a Solvay en Torrelavega (una planta que habría adquirido el Grupo CUF, también propietario de Elnosa) ha sido recibida con alborozo por los trabajadores de la clorera de Lourizán, conscientes de que es casi imposible de que la planta pontevedresa llegue a la fecha tope del 11 de diciembre habiendo abandonado la tecnología de mercurio. Sus esperanzas pasan, por lo tanto, por algún tipo de prórroga o moratoria que les permita continuar la producción con mercurio mientras la empresa resuelve las múltiples trabas administrativas que debe superar para implantar esta tecnología de membrana.

De hecho, fuentes de estas cuatro empresas confirmaron ayer que la postura será la misma para cualquier otra prórroga que se solicite por parte de las empresas del sector que todavía no han iniciado este proceso de desmantelamiento de la tecnología de mercurio, sin referirse de forma directa a Elnosa pero conscientes de que junto a Solvay y a Inovyn España (en Martorell) son las tres únicas productoras que no han comenzado esta actualización de sus fábricas.

Convertirse o desmantelar

Añaden que la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea ya respondió a una petición de la Generalitat acerca de esta cuestión y fue "categórica" al afirmar que las autoridades competentes de cada país deberán asegurarse que técnicas como la fabricación de cloro con mercurio han dejado de utilizarse una vez transcurrido el plazo de cuatro años que se daba para acometer esta renovación, y que es el que finaliza el 11 de diciembre. Añaden también la postura de la propia asociación de fabricantes de cloro europeos, Euro Chlor, que señala que "antes del 11 de diciembre de 2017" debe "cesar la tecnología de producción basada en el mercurio" del tal forma que los productores que todavía la utilicen "deben convertir o desmantelar estas plantas de producción".

Para estas empresas no son aceptables los argumentos que emplea Solvay en su petición de prórroga al gobierno cántabro y que bien podrían ser trasladables al caso de Elnosa en Pontevedra. Citán por ejemplo la tardanza en la obtención de las autorizaciones administrativas pertinentes, la necesidad de mantener activas las instalaciones durante el periodo de conversión evitando así regulaciones de empleo y el deterioro de los equipos a reutilizar con la nueva tecnología de membrana. "Razones todas ellas que se hubieran evitado si dicha empresa hubiera adoptado con la antelación suficiente, como han hecho otros fabricantes afectados, la decisión de proceder a la reestructuración de su planta y hubiera iniciado antes la tramitación de sus autorizaciones administrativas".

Por último, niegan también un posible desabastecimiento de un elemento esencial como el cloro puesto que "hay otros productores en España y en Europa que el 11 de diciembre habrán culminado el cambio de tecnología" y que "estarán en disposición de suministrar al mercado todo el cloro que demande".

Estas cuatro cloreras, que ya producen con membrana o están en el proceso para culminar su reconversión, aseguran que cualquiera de estas prórrogas entrarían en "claro conflicto ambiental" después de 20 años en los que el sector del cloro europeo "ha venido llevando a cabo actuaciones y suscrito convenios con las administraciones tendentes a la progresiva reducción del uso del mercurio y su sustitución por una tecnología más limpia".

Competencia desleal

Añaden por último que, decisiones de este tipo, producirían una "grave distorsión de las condiciones de competencia del mercado, toda vez que los operadores que cumplen la ley están afrontando los correspondientes procesos de reestructuración industrial, con los sacrificios económicos, tecnológicos, ocupacionales y sociales que ello implica, mientras que los que no la cumplan se beneficiarán de los menores costes de inversión asociados al mantenimiento de las antiguas plantas de mercurio".