Las dos peritos designadas por el juzgado de instrucción que examinaron a las dos menores que denuncian haber sufrido abusos sexuales del exnovio de su madre desde que ambas tenían 8 años de edad aseguraron ayer que el relato de los hechos que realizan ambas jóvenes sobre lo sucedido es "altamente creíble".

Así lo indicaron ayer durante la segunda y última sesión del juicio que se celebró ayer en la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra cuyos magistrados deberán ahora dictar sentencia.

Ambas peritos atribuyeron el más alto grado de credibilidad que dan en sus estudios a los hechos relatados por ambas niñas al señalar además que "no detectamos ánimo de venganza" en ellas hacia el acusado. De hecho ambas destacaron que ambas manifestaban "una relación afectiva muy fuerte" hacia él, "para ellas era su padre".

Las dos peritos también calificaron como "revelador" el hecho de que el supuesto caso de abusos saliera a la luz tras contar lo sucedido la más pequeña a su orientadora en el colegio después de ver un programa en televisión en el que se abordaba un caso similar de abusos a una menor por parte de un padrastro. Luego, el centro educativo se puso en contacto con la familia y se presentó la denuncia ante la Guardia Civil. Las peritos creen que hubo "espontaneidad" en la revelación de la menor.

Piso en Pontevedra

Durante el juicio celebrado ayer también declaró la actual pareja sentimental del acusado, quien señaló que ella fue víctima de una situación de "acoso" por parte de la familia de la víctima una vez que inició la relación con esta persona. También dio una explicación al hecho de que las dos menores conociesen detalles del piso de Pontevedra en el que residió el acusado tras romper la relación con la madre de estas (y donde supuestamente continuaron algunos de estos episodios de abusos) señalando que conocían la disposición de un piso similar en ese mismo edificio y que la vivienda estuvo en alquiler tiempo después de que la dejase su pareja, de tal forma que cualquiera podría haber entrado en ella y conocer detalles de la decoración.

Una vez practicada la prueba, la Fiscalía mantuvo su petición de condena de 12 años de prisión (seis por cada delito) y 7 más de libertad vigilada para el acusado, al igual que la acusación particular, que eleva a 15 los años de cárcel que reclama para el acusado, así como la libertad vigilada. La defensa solicita la libre absolución al considerar que no ha quedado acreditado que el acusado sea el autor de los hechos que se le imputan.