Después de varios meses de negociaciones, bocetos de actuación e informes técnicos, la Xunta y el Concello ya han alcanzado un principio de acuerdo para acometer la gran remodelación urbana de la estación de autobuses y todo su entorno. Se trata de un plan cifrado en cuatro millones de euros que además de incluir la mejora integral de la terminal, apuesta por mejorar la "intermodalidad" entre este recinto y el vecino de ferrocarriles y, sobre todo, por abrir un nuevo ramal de acceso para los autobuses desde la avenida de Josefina Arruti, de modo que la mayor parte de este tráfico pesado deje de circular por la rúa da Estación.

El gobierno local ha despejado ya la última incógnita que quedaba pendiente para dar luz verde a esta actuación. Se trataba de aceptar la última propuesta de la Consellería de Infraestruturas para aportar un millón de euros y añadirlos a los tres que la Xunta obtiene de fondos europeos. De este modo, se podrán ejecutar las propuestas de las dos administraciones. El Gobierno gallego tenía previsto acometer una reforma profunda de la estación de autobuses, muy deteriorada pese a los "parches" de los últimos años, y mejorar la conexión peatonal entre este terminal y la del ferrocarril.

Esta última fase se incluye dentro de una idea de "intermodalidad" entre estas dos formas de transporte que, sin embargo, quedará coja mientras no se apliquen medidas de mayor calado como billetes únicos o coordinación de horarios entre buses y trenes.

Josefina Arruti

Por su parte, el Concello persigue desde hace años la eliminación de los actuales accesos desde la Rúa da Estación y aboga por crear un ramal propio desde la avenida de Josefina Arruti. Se intentó cuando se ejecutó esta última calle, como desdoblamiento de la avenida de Vigo, pero la consellería entonces rechazó el plan. Ahora sí se acepta su ejecución, siempre y cuando sea el Concello el que la financie. De hecho, en febrero pasado ya presentó un posible diseño de ese acceso alternativo.

Después de varias semanas de espera, el gobierno local ya se ha pronunciado y acepta asumir ese millón de euros complementario. El concejal de Infraestruturas, César Mosquera, ya ha confirmado ese preacuerdo. Hace unas semanas la Xunta remitió al Concello un borrador de convenio al efecto que "esta siendo analizado ahora por los servicios jurídicos municipales", según Mosquera, que garantiza, en todo caso que "se va a firmar", sobre todo ante las garantías autonómicas de que cualquier ahorro en la futura licitación de las obras se aplicaría a la aportación municipal. De este modo, el Concello confía en que su cuota final sea bastante menor de ese millón de euros establecido ahora.,

La Xunta planteó ayer al Concello este convenio de cuatro millones de euros en febrero pasado. Fue la última reunión oficial del propio Mosquera y el alcalde, Miguel Fernández Lores, con el vicepresidente autonómico, Alfonso Rueda, y la conselleira Ethel Vázquez. La cita ya formaba parte de una ronda previa que se prolongó durante meses.

Con el actual visto bueno municipal se pacta así la ejecución conjunta de una actuación integral en la estación de autobuses y su entorno basado en una mejora de la movilidad peatonal.

En aquella oferta se incluían las propuestas autonómicas para conectar peatonalmente las dos estaciones, mediante una "pérgola", y mejorar la de autobuses, pero también la apertura del nuevo acceso, mientras que el Concello insiste en que se retire la cubierta sobre el río de Os Gafos en la zona que ahora sirve de salida rodada de ese recinto.

Proyecto técnico

Una vez acordada la luz verde municipal, el Concello señala que será a partir de ahora -una vez que se firme el convenio, aún sin fecha- cuando se elabore el proyecto técnico definitivo, una tarea que corresponde a la Xunta pero "en coordinación" con los técnicos municipales, según aclara Mosquera. De hecho, el gobierno local quiere dar su opinión sobre la fórmula de conexión peatonal entre las dos terminales y sobre el ramal de tráfico de autobuses, que obligará a habilitar un nuevo puente sobre el río de Os Gafos.

Así, de los cuatro millones de euros puestos sobre la mesa, algo más de dos se destinarían a actuar en la propia terminal, unos 800.000 servirían para unir las dos estaciones con esa "pérgola de uso peatonal" y alrededor de un millón más (justo lo que debe aportar el Concello) para habilitar ese nuevo acceso.

El ramal para los vehículos de pasajeros se abriría por la calle Josefina Arruti, entre la avenida da Estación y el nudo de O Pino, y retiraría todos los autobuses de la fachada actual de la estación. Después de las primeras reticencias autonómicas con respecto a ese ramal, la Xunta acabó aceptando su eficacia tras elaborar un estudio de tráfico que demostraban su "viabilidad".

Según las explicaciones autonómicas, la solución "pasa por una intersección regulada por semáforos para autobuses, un carril-bus en el sentido de entrada a la ciudad, y un carril de espera para los giros a la izquierda en sentido de salida". Además, se ejecutaría "un paso superior -un puente- para salvar el desnivel y Os Gafos, evitando la afección al río y al itinerario peatonal que discurre paralelo a la calle". Además, "también será necesario habilitar otra intersección regulada mediante semáforos para priorizar el acceso de autobuses a la terminal". Todo ello supondría una cierta merma de capacidad a la avenida actual para el tráfico general, según detallaban las primeras descripciones técnicas.

En todo caso, el Concello confía en "pulir" todos los detalles con la elaboración del proyecto final, que a su juicio debe incluir también una reordenación completa del área de estacionamiento situada a las puertas de la estación de autobuses. En la actualidad ese espacio se utiliza como zona para aparcar sin regulación alguna, además de servir de "almacén" para vehículos de alquiler. El gobierno local apuesta por un uso de servicios y para viajeros, una idea que la Xunta ya planteó hace meses.

"Kiss and ride"

De hecho, hace un año se encargó el estudio de alternativas para esta "intermodalidad" entre las estaciones de autobús y ferrocarril. En junio de 2016, con el inicio de aquellos trabajos técnicos, se apuntaba que uno de los principales objetivos era "el fomento de la movilidad sostenible mediante la adopción y la ejecución de medidas dirigidas a incrementar el empleo del transporte público colectivo, por ejemplo garantizando la intermodalidad y la conexión entre diferentes modos de transporte".

También se insistía en que "las diferentes alternativas de actuación propuestas deberán dar respuesta, entre otras, a la mejora de las conexiones peatonales en viajes intermodales entre la estación de ferrocarril y la estación de autobuses. Ya entonces la Consellería de Infraestruturas asumía la necesidad de "reordenar el espacio actualmente dedicado a aparcamiento de turismos en la estación de autobuses, delimitando los espacios reservados para cada tipo de tráfico peatonal y rodado y estableciendo un espacio para taxis y "kiss and ride". Es decir, una zona en la que se pueda parar para dejar viajeros pero no estacionar. La consellería apelaba al principio de "un beso y continuar la marcha, como dice la expresión en inglés. También se prevé la remodelación de la fachada de la estación de autobuses para mejorar su identidad como centro de transporte".