Aunque el acuerdo ahora pactado establece la retirada del tránsito de autobuses por la rúa da Estación y la creación de un "itinerario peatonal" entre las dos terminales por esa misma calle, el tráfico rodado en la zona "no se puede suprimir". Así de rotundo se manifestó César Mosquera, consciente de que una peatonalización de ese punto resulta imposible por la necesidad de acceder en coche a las dos estaciones, que ambas disponen de sus propias áreas de aparcamiento.

Eso sí, en su día se apuntó la posibilidad de aplicar el sentido único en la calle Otero Pedrayo, si bien esa opción no entra en este proyecto ahora en marcha.

Entre las actuaciones previstas figura también una reordenación del estacionamiento ante la terminal de buses, aunque todavía sin una definición concreta, y un tratamiento más peatonal en la avenida da Estación una vez que los autocares no tengan que pasar por ese punto, aunque sin cortes drásticos.

En cuanto a la "intermodalidad" entre los recintos ferroviario y de transporte por carretera, la principal propuesta de la Xunta es instalar una "pérgola" de conexión peatonal que cruce la calle Otero Pedrayo. Se indica que sería "un camino cubierto de cerca de cien metros de longitud", si bien la Xunta ya admitió en su día que se podían estudiar otras alternativas, toda vez que el gobierno local no se mostraba partidario de esta opción. También está descartado un túnel y una pasarela elevada, pero el Concello subraya que se trata de una distancia muy corta que se puede resolver sin esas estructuras.

La "pérgola" es una opción que el Concello cuestionaba en febrero por "innecesaria", sus "problemas futuros de mantenimiento" y por el "escaso uso" que tendría. A juicio del gobierno local, sin una "intermodalidad" más profunda en cuanto a horarios y billetes únicos, pocos usuarios utilizan ambos sistemas de transporte de manera complementaria.