El Concello de Poio ha instalado en la senda de Campelo un conjunto de señalizaciones para evitar la entrada de vehículos en una zona que, una vez finalizados los trabajos de acondicionamiento, es de uso exclusivo de peatones.

Según explicó ayer la teniente de alcalde, Chelo Besada, desde su inauguración oficiosa "ya hubo varios percances" entre peatones y bicicletas. "Es un camino de apenas dos metros de ancho y de uso exclusivo para caminantes. Ahí no puede entrar ningún tipo de vehículo, ni siquiera las bicicletas porque no hay espacios ni está adaptado para ellos", expresó Besada, que también confirmó que en las pocas semanas de uso "ya utilizaron la senda hasta turismos".

De este modo, las nuevas señales que enfatizan en la prohibición de la entrada se han colocado en Campelo, en A Freixa y en cada uno de los desvíos que la senda de 1,8 kilómetros tiene hacia otros senderos.

Además, la edil destacó que el equipo de gobierno ya tenía en mente los proyectos de colocado de bancos y luminarias, así como la construcción de un mirador para avistar aves en la zona, toda vez que espera la respuesta de Costas para inaugurar oficialmente el enclave.