Poco después de las cuatro de la tarde el edificio del Gran Garaje reabría sus puertas. La oferta textil de la firma Mango, en las secciones de mujer y niño, ocupa desde ayer el espacio que durante casi un siglo funcionó como parada de carruajes, guardacoches y con unas pequeñas tiendas de juguetes y recuerdos, un uso que pasó a la historia a principios de 2014.

La reapertura era aguardada con expectación por muchos pontevedreses, por los recuerdos que guardan del entrañable Gran Garaje, pero también por conocer el resultado de unos siete meses de rehabilitación del edificio, uno de los escasos ejemplos que aún perviven de la arquitectura modernista en la ciudad y que completa, además, la oferta comercial en la "milla de oro" que conforma la zona peatonal de Benito Corbal. Lo más llamativo de la nueva imagen, al margen de la fachada blanqueada y que era obligado conservar, es el gran lucernario transparente que da luz a todo el recinto. Con su única planta, es un diseño de 1915 del arquitecto Limeses Artime y, al menos en el exterior, se mantiene aquel aspecto, ya que se trata de un edificio catalogado.,

El Gran Garaje cerró sus puertas hace algo más de tres años y poco después Mango ya mostraba su interés por reconvertir el inmueble en su sede principal en la ciudad. Llegó a comenzar las obras, en 2015 con la demolición de la cubierta, pero fueron paralizadas por el Concello. Hasta un año después, en febrero de 2016 no se obtuvo el informe de Patrimonio para desbloquear las obras, con la orden de mantener la fachada y descartando aumentos de volumen. En septiembre pasado se retomó la rehabilitación.

Mango emitió un comunicado en el que informa de la inauguración de este punto de venta, de más de 650 metros cuadrados. Es la tienda número 17 de esta cadena en Galicia. También en Benito Corbal posee la de la sección masculina.