Dos detenidos, un ciudadano español y otro colombiano, así como la incautación de unos 60 kilos de cocaína, es el balance de una operación antidroga desarrollada ayer en el Puerto de Marín por la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA) de la Agencia Tributaria. Los agentes acudieron a primera hora de la mañana al puerto marinense para intervenir el buque "Cap Beatrice", con matrícula de Monrovia y procedente de Colombia tras pasar por varios puertos sudamericanos, que transportaba fruta hasta la terminal marinense. Ésta fue la embarcación en la que viajaba el polizón que traía la droga, pero tanto el barco como su tripulación eran totalmente ajenos a la ilícita actividad.

El polizón procedente de Colombia transportaba una mochila con la droga, que al llegar a aguas del puerto marinense debía arrojar al agua para ser recogida por su contacto local. Fue en ese momento cuando los agentes intervinieron para detener a los supuestos traficantes, abordando la embarcación desde la que se procedió a recoger el paquete. El detenido español es un vecino de Sanxenxo.

Fuentes de la investigación apuntan que este modus operandi de transportar las sustancias estupefacientes a través de una "mula" que arroja el fardo al agua a llegar a puerto, se ha convertido en el método más utilizado por las tramas del narcotráfico que envían los estupefacientes a través de barcos transoceánicos, dado que los grandes contenedores están cada vez más controlados por las autoridades aduaneras y los cuerpos de seguridad.

Por su parte, fuentes del Puerto apuntaron que el buque Cap Beatrice no tiene ninguna vinculación con esta actividad ilegal y que una vez que los agentes procedieron a incautar la droga y detener a los supuestos narcotraficantes, el buque realizó con normalidad los trabajos de descarga de contenedores con normalidad. El buque había realizado una larga travesía a través de diversos puertos del continente americano, cargando fruta con destino al mercado europeo.

"Gancho ciego"

No es la primera vez que se utiliza un sistema similar en el transporte de drogas hasta el puerto de Marín. De hecho, en marzo de 2014, agentes de la Udyco localizaban en este puerto otros 60 kilos de cocaína que se encontraba en el interior de unas mochilas, esta vez oculta entre una mercancía legal procedente de Perú. Estos paquetes de cocaína, que iban identificados con la leyenda "Feliz cumpleaños", estaban ocultos en dos bolsas deportivas, introducidas en el contenedor mediante el procedimiento del "gancho ciego" o "rip-off". Este procedimiento consiste en que la empresa que realiza el transporte no tiene constancia de la introducción de la mercancía ilegal, sino que dos infiltrados de la organización criminal, en el país de origen y en el receptor, se encargan de cambiar el precinto en la salida y en la llegada del contenedor.

Un alijo de 300 kilos de cocaína confirmaba a Marín en junio del año 2011 como destino del tráfico de drogas en contenedor. En aquella ocasión, la Guardia Civil, en colaboración con la Agencia Tributaria, interceptó en el puerto de Marín un contenedor cargado de cocaína, de tal forma que pudo ser interceptado un alijo de aproximadamente 300 kilos de esta sustancia. La droga viajaba oculta en el interior de un contenedor cargado de mejillón congelado que habría salido del puerto de San Vicente, en Chile. La empresa destinataria era una firma dedicada a la manipulación de este molusco radicada en la provincia de Pontevedra.

El método de ocultación es similar al detectado en otras aprehensiones llevadas a cabo en ese momento, el conocido como "gancho ciego" o "gancho perdido", puesto que la droga estaba distribuida en 300 paquetes depositados en 12 bolsas de viaje situadas en las inmediaciones de las puertas del contenedor. Esta disposición de la mercancía tendría como objetivo que los hombres de la organización encargados de retirarlas pudieran hacerlo lo más rápidamente posible y en el interior del recinto portuario. En este operativo, al parecer no habrían podido hacerlo por diversas circunstancias y la droga apareció cuando se iba a retirar la carga legal.

Viene a sumarse a los desplegados en numerosas ocasiones en los últimos años, en los que se apresaron, entre otros, 800 kilos de cocaína llegada al Puerto de Marín en el año 2009 en medio de una carga de pescado congelado, por una trama gallego-valenciana.

También en el año 2010 se aprehendió 41 kilos de la misma droga que dos vigueses y un colombiano trataron de introducir por este puerto, pero que finalmente desviaron hacia Lisboa, en medio de un cargamento de fruta.

A mediados de 2013 la Policía Nacional interceptó un envío de 104 kilos de cocaína ocultos en una carga legal de bananas también procedente del continente Sudamericano. Otros 54 kilos de esta droga fueron interceptados en octubre de 2014, oculta en contenedores cuyo destino era tanto Marín como Vigo.