"Lourizán tenía un tesoro: su playa. Pero algo truncó su destino. Esta es la crónica de un paraíso perdido". La voz en off del escritor Manuel Rivas narra en el documental "Paraíso roubado" la historia de la parroquia pontevedresa antes de que el gobierno franquista estableciese en terrenos públicos a la fábrica de celulosa Ence. Ni la protesta de los vecinos ni las manifestaciones de las mariscadoras y de todos aquellos que vivían del mar sirvieron para frenar "esta condena", en palabras del director de la cinta, Lukas Santiago. La película será estrenada, en un acto de entrada libre, el próximo miércoles, 10 de mayo, en el salón de actos del Sexto Edificio del Museo de Pontevedra. Es una producción de la Asociación Pola Defensa da Ría, APDR, y tiene el apoyo económico del Servizo Provincial de Patrimonio Bibliográfico e Documental de la Diputación.

"Este trabajo tiene mucho que ver con la propia vida de Lukas", señaló ayer Antón Masa, presidente de la APDR, en la presentación de la cinta. "Va desde la llegada de Montero Ríos a la parroquia de Lourizán hasta la de Ence", dijo, para añadir que "tiene mucho que ver con el trabajo que tenía la gente en la ría de Pontevedra".

El propio director del documental recordó que "nuestra parroquia era un auténtico paraíso". Aludió a los años en los que el político Eugenio Montero Ríos (Santiago de Compostela, 1832-Madrid, 1914), que estableció su vivienda familiar de descanso en el famoso pazo, logró hacer de Lourizán un lugar de esparcimiento famoso en toda España. Su playa y el Hotel de los Baños del Mar y la Casa de Baños, de mar libre y templados, convirtieron la zona en un punto clave turístico del municipio que nunca se volvería a recuperar. "Montero Ríos puso a Lourizán en el mapa. Era un punto de atracción. Se creó un núcleo turístico", subrayó Santiago.

Tras la muerte de Montero Ríos el hotel fue cedido en 1918 por sus herederos al Sagrado Corazón, que lo convertiría en colegio. Décadas después, en 1958, llegaría Ence.

"La ribeira era la tierra de los pobres, pero los poderosos se apoderaron de ella", explicó Lukas Santiago. Se lamentó de que de nada sirviese la batalla emprendida por los vecinos y las mariscadoras de Lourizán y Campelo, que se pusieron delante de los militares. "Quince de ellas acabarían en la cárcel", denunció.

Entre los testimonios de vecinos, algunos ya desaparecidos, que se han incluido en el documental se encuentra el del propio abuelo del director, "que siempre me contaba cómo era Lourizán antes de 1958".