Pontevedra presentaba la menor tasa de mortandad estandarizada --eliminado el efecto de la estructura por edades-- de las siete grandes ciudades gallegas en 2015, con 10,2 defunciones por cada mil habitantes. Frente a este municipio, los de Lugo y Ferrol registran las mayores tasas estandarizadas, de 12,4 y 12,1 muertes por cada mil habitantes, según los datos del "Panorama de los sete grandes concellos" del Instituto Galego de Estatística (IGE).
En Galicia, la tasa de mortalidad se sitúa en ese año en 11,6 defunciones por cada mil habitantes. Por lo que respecta a la mortalidad según el sexo, los hombres presentan, excepto en Pontevedra y Vigo, tasas superiores a las de las mujeres.
La tasa de mortalidad se define como el número defunciones por cada mil habitantes. Al comparar distintas poblaciones, la tasa de mortalidad se ve influenciada por la proporción de individuos en cada grupo de edad de cada población. La tasa estandarizada de mortalidad elimina el efecto de la estructura por edades.
Las siete ciudades gallegas, a excepción de Ferrol, presentan una estructura por edades menos envejecida que la gallega (tienen porcentajes de población menor de 15 años superiores al promedio gallego, y porcentajes de población mayor de 64 años inferiores al promedio gallego --excepto Ourense que, en este indicador, supera ligeramente la cifra gallega--).
En Ferrol, por el contrario, el porcentaje de población menor de 15 años se sitúa por debajo del promedio gallego y la de población mayor de 64 años, por encima (el 26,8% de las personas empadronadas en este ayuntamiento supera esa edad).
