José Pazos Gamo fue la primera persona con la que contactó el superviviente del "Nuevo Marcos", Carlos Carballa, después de completar a nado en muy malas condiciones los 800 metros que separan el lugar del naufragio de la costa para dar la alarma sobre el accidente. Tardó hora y media pero finalmente pudo alertar del siniestro. En el mar quedaban sus cuatro compañeros, entre ellos su padre, que falleció, pero otro de los tripulantes, Adrián Ligero, pudo ser rescatado con vida en una batea. El testimonio de José Pazos, que puede ser escuchado en un vídeo en www.farodevigo.es, revela el esfuerzo realizado por Carlos Carballa para alertar de lo sucedido.

-¿Cómo fue el momento en el que se encontró al náufrago del "Nuevo Marcos"?.

-Yo estaba en la playa, sacando al perro. Trabajo en una panadería y empiezo siempre muy temprano. Entonces vi que de las escaleras que descienden desde el bar Parada hacia la playa bajaba alguien y al principio me asusté muchísimo. Cogí al perro y después ya me fijé que era él. Nos conocemos poco pero sí que coincidí con él varias veces. Estaba sin zapatillas, temblando mucho, con un chubasquero amarillo.

-¿Y qué ocurrió entonces?

-Cuando me vio yo creo que me reconoció. Me dijo "Josiño" y del esfuerzo que hizo se cayó de rodillas sobre la arena y yo me acerqué a él y le decía "¡Carliños, Carliños!" . Tenía hipotermia. Temblaba mucho, parecía que se le iban a romper los dientes y tenía muchos mocos, estaba mal. Yo solo le entendía: "ayuda, ayuda, mi padre, mi padre...", y le pregunté de dónde salía, y me contestó "del mar, ayúdame, avisa al 112". Me enganchó y no se me van a olvidar nunca los ojos de ese chaval.

-¿Cómo fue su reacción?

-Yo eché a correr para casa. Quería coger mantas y avisar de lo sucedido. Yo creo que el pobre pensó que yo me había asustado y me iba e intentó venir detrás de mí y se iba cayendo. Le dije "quédate ahí", vivo aquí al lado así que fui corriendo a casa enganché del armario unas toallas y unas mantas y volví a la playa. Bueno, cuando regresé él ya no estaba en la playa, había subido detrás de mí a la carretera. Le tapé y lo subí a casa. Entre él y yo le quitamos la ropa y se empezó a secar, para entrar en calor, dado que estaba muy frío y pálido. Allí, ya con el 112 al teléfono fuimos dando datos de lo que pasó. Luego me pidió que le duchase, pero el 112 me dij0 que no, que le podía dar un infarto o lo que sea por el cambio de temperatura. De inmediato ya vino primero la Guardia Civil y luego la ambulancia y yo ya me eché a un lado y dejé actuar.

-Creo que usted fue el primero en ayudarlo, pero no al primero a quien este superviviente pidió ayuda...

-Eso lo dijo en mi casa. Me lo dijo a mí y se lo dijo a las autoridades que había allí. Yo no sé muy bien de donde salió del mar hacia la costa. Tuvo que salir entre Chancelas y el restaurante Parada y por lo que hijo iba por la carretera y se cruzó con varios coches pero nadie le paró. Creo que también llamó a un par de casas y o no había nadie o no le abrieron y claro me tuvo que ver a mí..., y..., nunca se me va a olvidar sus ojos, la mirada de ese chico cuando yo volvía con las toallas.

-¿De qué lo conocía?

-Lo conocía de vista. Coincidí con él tres o cuatro veces. En la fiesta de San Juan de Poio el pasado año... Nos conocemos todos de por aquí. No es un amigo íntimo pero sí un conocido..., yo hoy (por ayer) he podido dormir algo mejor pero ayer (por la madrugada del jueves) solo pude dormir hora y media. Intentaba dormir y se me venían a la mente sus ojos.La verdad es que yo no he hecho nada, lo único que hice fue ayudarlo. Como ya dije, el que tuvo fuerza de voluntad y fe fue él. Yo lo único que hice fue llamar y llevarlo para casa, ya está.

-¿Has vuelto a hablar con él desde entonces?

-La verdad es que el ayer (por el jueves) me acerqué al tanatorio y no sé si hice bien porque en cuanto me vio se me abrazó a mí y se echó a llorar dándome las gracias. Me dijo que era su ángel de la guardia, pero de verdad que yo no soy protagonisa, yo no hice nada, solo avisar. Realmente quien tuvo una fuerza de voluntad tremenda fue él.