"Entraron de madrugada y no fue una novatada, porque había estudiado el plan. Tenían tanta sangre fría que hasta se permitieron tomarse refrescos mientras trabajaban". Así analiza Yoel Barandela, dueño de la Gasolinera CRP de Carracedo el robo que sufrió su establecimiento en la madrugada del jueves.

Según el dueño, en torno a las 3 horas de la mañana, la alarma del área de servicio saltó debido al intento de "más de un individuo" de entrar en el local. "Lograron desconectarla rápidamente, pero la Guardia Civil recibió el aviso y acudió al lugar. Sin embargo, no vieron nada sospechoso y pensaron que se trataba de un aviso falso", explica Barandela.

El dueño de la gasolinera entiende que los ladrones apagaron las luces y "se escondieron bien". Una vez la presencia de la Benemérita era inexistente, comenzaron a trabajar. Habían entrado a través de una ventana del baño exterior para minusválidos y, desde allí, fabricaron un butrón para acceder al interior, a través de otro servicio.

"Una vez en el local solo tuvieron que forzar la puerta. Tenían claro donde ir, porque no removieron nada. Destrozaron la máquina de tabaco, que cuesta 8.000 euros y se llevaron el dinero y los paquetes. Luego intentaron forzar la caja fuerte, de la que por suerte solo lograron sacar a través de una rendija 5.000 euros. Había bastantemás", relata Yoel Baranda, que ayer arreglaba los desperfectos del local. "Ahora mismo no estamos para abrir porque nos reventaron todos los programas informáticos para no dejar rastro", finaliza el dueño.