Por tercer año consecutivo, los más de 260 fresnos de la plaza de Galicia y la calle Augusto García Sánchez, en Campolongo, son objeto desde hace unos días de un tratamiento fitosanitario para combatir la plaga de una larva detectada en 2015 en buena parte de esta población vegetal. Sin embargo, si en los dos años anteriores esta medida se llevó a cabo ya avanzado el mes de mayo, en esta ocasión se ha adelantado a abril, quizás debido a la climatología de las últimas semanas, con calor y ausencia de lluvias desde hace días.

El tratamiento se aplica mediante "inyecciones" en la savia de los árboles. Desde hace unos días, se pueden ver colgadas de los troncos una especie de botellas de plástico que contienen el producto que combate esta plaga. Mediante un orificio en la madera, la "medicina" pasa directamente a la savia, y se distribuye por el interior del árbol.

La infección que se detectó en su día y que afecta a los fresnos corresponde a la larva de la macrophhya hispana o falsa oruga del fresno, que solo ataca a esta especie. Se trata de un insecto que se alimenta del interior de las hojas, un proceso que se desarrolla precisamente en mayo y junio.

Según el Ministerio de Medio Ambiente, además de los agujeros, los excrementos del insecto dejan unas manchas negras en las hojas. A las puertas del verano se produce la puesta de los huevos en el interior de la hoja, y las larvas vuelven a alimentarse de ella. Si la población es abundante, la defoliación llega a ser muy apreciable.

No obstante, las campañas de choque aplicadas en estos tres últimos años han permitido mantener, al menos hasta ahora, a raya esta plaga. El servicio municipal de Parques y Jardines también trabaja en combatir otros insectos, en especial el picudo rojo en las palmeras.