Los reglamentos de veladores y de mercados no son los únicos en proceso de "actualización". También se ha trabajado en los últimos meses en modificar el de vertidos y el de inspección técnica de edificios. Ambos se encuentran desde hoy en proceso de exposición al público antes de su aprobación definitiva.

En el primer caso, la razón oficial era adaptar su texto a la normativa surgida desde 2007, cuando se aprobó, aunque en el fondo se trata de resolver un conflicto surgido en el rural por la obligación general de conexión a la red, con quejas por el cobro de la tasa a casas que no están conectadas pese a disponer del servicio a la puerta.

D este modo, se reduce de 100 a 50 metros la distancia que debe haber entre la vivienda y el colector general. Dentro de esos 50 metros, cada vecino está obligado a conectarse, pero se admiten excepciones: cuando no hay posibilidad de conectarlo por una vía de acceso rodado pública o de uso público; cuando hay que atravesar carreteras de otras administraciones tanto estatales, autonómicas o provinciales y vías de tren; cuando es imposible conectar porque está soterrada la red eléctrica, la red de gas o la red de comunicaciones y cuando haya que cruzar un río o cauce de agua, así como por imposibilidad técnica.

En cuanto a la "ITV" de edificios, el cambio obedece a una sentencia del Tribunal Constitucional en la que se cuestionaba la normativa estatal en la que el Concello basaba su propio reglamento. Esta normativa estaba paralizada cautelarmente desde noviembre pasado, a la espera de los informes técnicos y con su revisión. Al margen de eliminarse el apartado de eficiencia energética, la principal novedad es que se otorgan dos años más de plazo para presentar los certificados de seguridad.