La ordenanza elaborada por el Concello hace referencia a un aumento de las multas en casos como "la falta de respeto a la inspección sanitaria y a los servicios pesqueros, así como la incorrección y violencia verbal con el público y el personal de la Administración, porque son conductas de gran trascendencia para el buen funcionamiento del Mercado".

Así, se detallan tres tipos de faltas: leves, graves y muy graves. Las primeras se "sancionarán con apercibimiento o multa entre 200 y 500 euros"; las graves con "multa desde 501 a 1.000 o suspensión de la actividad del puesto hasta un mes"; y las muy graves con multa entre 1.001 y 2.000 euros o con la suspensión de la venta en el puesto hasta tres meses o la extinción por causa imputable al concesionario".

No utilizar el uniforme, incumplir las normas de aseo personal, no tener el puesto limpio, arrojar desperdicios en las zonas comunes, incumplir el horario o pesar la mercancía fuera de la vista del cliente, son algunas de las faltas leves previstas, mientras que las graves se habla de "promover altercados, no atender los requerimientos del administrador, defraudar en la cantidad o calidad de los productos" o no tener la mercancía rotulada legalmente.