Una veintena de vecinos del lugar de Outeiro, en la parroquia de Dorrón, se concentraron ayer para exigir a la Diputación provincial reformas en la carretera de Dorrón, cuyas obras de mejora no les satisfacen.

De hecho, protestan porque el vial asfaltado todavía está sin señalización horizontal y algunos postes de la luz están, literamente, en el propio vial con el consiguiente peligro que ello supone para los conductores.

Además, los afectados dicen estar molestos porque la construcción de un muro de contención les obliga a caminar unos trescientos metros para subir a otro vial de la parroquia y por ello piden un acceso, tal como ocurría con anterioridad.

Los vecinos instan a la instan a la institución provincial, de quien depende esta carretera, que finalice las obras de mejora en todo su trazado, ya que la parte final está sin terminar.