"El peligro de creer" es el título de la conferencia que el periodista Luis Alfonso Gámez presentó anoche en la Semana Galega de Filosofía, una invitación al escepticismo respecto a las medicinas alternativas y ante los movimientos antivacunas.
- ¿Por qué no es sensato creer?
-Todos confiamos en alguien y en cosas, pero creer en determinadas cosas puede ser muy muy peligroso; creer por ejemplo en la homeopatía o la acupuntura como cree más de la mitad de los españoles según la encuesta de percepción social de la ciencia que se hizo pública esta misma semana puede llevarte hasta la muerte.
- ¿Por qué no confiar en la homeopatía?
-La homeopatía, y vale para cualquiera de las llamadas medicinas alternativas, tiene unos 200 años de vida y en estos dos siglos no ha curado a nadie, pero no es solo eso, sino que si yo estoy enfermo, y voy al homeópata y tengo una enfermedad real y que puede ser grave lo que voy a hacer es retrasar el tratamiento. Esto pasa con todas las demás medicinas alternativas, el problema con las medicinas alternativas es que no son nada, no son medicina, lo serían si funcionaran.
- ¿Está probado que no funcionan?
-Hay un informe de Sanidad de la época de la ministra Pajín que demuestra que ninguna de las llamadas medicinas alternativas cura más allá del placebo, es decir más allá del "sana sana culito de rana" que le decimos a los niños. Si las medicinas alternativas funcionasen se llamarían medicina y se integrarían en la medicina oficial.
- ¿Inclusive la medicina tradicional china, que tiene miles de años?
-El problema con la medicina china o con estas medicinas que tienen miles de años es que hay que preguntarse cuándo empiezan los chinos a tener una esperanza de vida más alta, pues es cuando llega la medicina occidental. Los chinos tenían una esperanza de vida mucho más baja que la de occidente hasta hace cuatro días que llegó la medicina occidental, con la acupuntura y con todas esas supuestas medicinas de Oriente los chinos se morían mucho antes que los occidentales y ahora irán viviendo más según avance allí la medicina occidental.
- Occidente está importando numerosas de esas técnicas?
-Estamos importando si, aquello que los chinos ya no usan o que no les ha reportado ningún beneficio, pero como viene de oriente por esa ola de hipismo de los años 60 parece que es muy bueno. Y conviene insistir: cuando algo se define como alternativo es porque no funciona, si no sería medicina. No confíes en ninguna medicina que no esté en el servicio público de salud, en nada que no esté en el servicio gallego de salud, no existen los milagros.
- Algunos hospitales han incorporado el reiki
-Pues si alguien te dice te impongo las manos, como efectivamente pasa en los hospitales españoles, te tranquilizo porque te estoy practicando reiki eso es una estafa, un pase de manos mágico que tiene la misma evidencia científica a su favor que el pase de manos de un chamán, es una charlatanería. Cuando alguien te dice te equilibro los chacras o te curo con acupuntura te están diciendo que te equilibran un tipo de energía, pero si les preguntas qué tipo de energía me equilibras, cómo detecto esa energía, responden solo la detecto yo, no hay ninguna máquina que la detecte, eso es mentira.
- ¿Qué indican los estudios realizados sobre estas medicinas?
-Los estudios científicos en todo el mundo indican claramente que todo lo etiquetado como alternativo no funciona más allá del placebo, más allá de que tu creas que eso funciona para quitarte un malestar general, no funcionan más allá del placebo. La homeopatía, la acupuntura, el reiki, las flores de Bach y cualquier cosa de estas no han curado nunca a nadie, las medicinas alternativas nunca han curado a nadie de una enfermedad, lo que nos cura es la sanidad, la sanidad pública, me da igual que sea la radioterapia, la quimioterapia, los antibióticos etc.
- Hay una corriente muy escéptica con las vacunas y que las relaciona, por ejemplo, con casos de autismo ¿qué opina de la negativa a inmunizar a los niños?
-Las vacunas han salvado y salvan todos los años millones de vida. Esas sospechas se basan en una investigación de Andrew Wakefield, un médico británico que en 1998 publicó en The Lancet esa asociación de las vacunas con el autismo, en concreto de la triple vírica, que es la vacuna contra el sarampión, la rubeola y las paperas. Esa identificación molestó mucho al resto de los médicos y cuando se intentó replicar el experimento no se encontró por ningún lado esa asociación, con el tiempo la revista The Lancet retiró el artículo, todos los que lo firmaron con él se quitaron de en medio y se descubrió que Wakefield había fomentado el miedo a las vacunas porque pensaba vender un remedio con el que esperaba ganar decenas de millones de dólares. Wakefield está inhabilitado y tendríamos que pensar que lo que nos pasa con las vacunas es que somos víctimas del éxito de las vacunas.
- ¿En qué sentido somos víctimas de ese éxito?
-Las vacunas han erradicado la viruela, han hecho que nuestras calles no haya niños ni personas en general con hierros en las piernas porque la poliomielitis está en vías de erradicación; han hecho que en España no mueran niños de sarampión, entonces nos parece que el sarampión no existe, que la poliomielitis no existe ni la rubeola, pero están ahí, no las tenemos porque todos estamos vacunados y de este modo nos protegemos de la enfermedad. Avanzarán en el momento en que dejemos de estar protegidos, algo que esta pasando en Europa (el sarampión está avanzando por los antivacunas de Rumanía, alimentados por la iglesia ortodoxa entre otros, y por los antivacunas de Italia, alimentados por los movimientos populistas.
- Otros autores también han hecho en esta Semana un llamamiento al escepticismo, pero en este caso sobre el papel de los laboratorios
-Los laboratorios farmacéuticos efectivamente ganan dinero, es indudable, pero es que yo gano dinero como periodista, el taxista que me ha traído gana dinero, el restaurante en el que voy a comer gana dinero, el mundo se mueve así. Hay estudios económicos publicados en revistas científicas que indican que vacunar a la población en un país en vías de desarrollo contra tres enfermedades supone que por cada euro invertido recuperes entre 14 y 40. Los datos los voy a presentar en la Semana Galega de Filosofía: hay un estudio que dice que en 93 países se vacuna a la población contra 10 enfermedades, una inversión que cuesta X y supone un beneficio inmediato por gente a la que no tienes que atender de enfermedades, que genera un coste a la sanidad, es 14 veces más, y el beneficio a largo plazo por gente que no muere y productividad del país es hasta 40 veces más. En Estados Unidos tienen cuantificado que las vacunas reportan al país en beneficios 60.000 millones de dólares al año por gente no enferma y no muerta.
- ¿Se sabe cuántas vidas salvan anualmente las vacunas en el mundo?
-Las vacunas salvan cada año en el mundo, solo las vacunas generales de la difteria, la rubeola, la poliomielitis, me parece que más de 2 millones de vidas, según la Organización Mundial de la Salud.
