La retirada de algunas competencias tanto a Luís Bará como a Carmen Fouces son las dos medidas más llamativas de la remodelación anunciada ayer. Bará ya compaginaba desde hace seis meses su labor municipal con la parlamentaria y en su día se dio por hecho que abandonaría el Concello. Pero finalmente aguantará todo el mandato. Al respecto, Lores admitió ayer que "barajamos" esa marcha pero "a estas alturas, en el ecuador del mandato, incorporar a otro edil sin experiencia para dos años sería poco operativo". Además, cree que el papel de Bará en Santiago servirá de "puente" entre el Concello y el Parlamento. Todo ello, al margen de que el concejal "nunca quiso dejar el Concello".

En el caso de Fouces, el alcalde se limitó a señalar que la concejala ya se encargaba de Educación y "hay muchas conexiones de esa área con Cultura", de ahí el cambio. Fouces mantiene Igualdad y Cementerios.