Otra de las campañas anunciadas ayer por el Concello se centrará en los excesos de velocidad en el casco urbano. Para ello, la Policía Local dispondrá, previsiblemente este año, de su propio radar, que sustituirá al que cede periódicamente, con un intervalo de varios meses, la Dirección General de Tráfico (DGT). El Concello, que ya cuenta con un "multamóvil" desde junio de 2014, ultima la compra de este aparato al observar que no se reducen los casos de exceso de velocidad en determinadas calles pese a medidas como la Zona 30 o la proliferación de "lombos". Por ello, justifica la medida en la necesidad de "perseguir a los pocos infractores que hay" y no en una razón recaudatoria. Al respecto, se insiste en que el futuro radar solo actuará en "zonas sensibles", de forma temporal, no todos los días, y se avisará de las campañas específicas. "No se trata de recaudar ni de poner multas, sino de que los coches vayan más despacio", insistió Carmen da Silva "ya que el objetivo es evitar accidentes, no otro".

La adquisición de un radar propio fue planteado hace tiempo por la jefatura de la Policía Local, en especial después de un estudio que reveló que en avenidas como las de Buenos Aires, Compostela o Lugo se registran velocidades de hasta 103 kilómetros por hora.

La edil puso ayer el ejemplo de la avenida de Vigo. Tras observarse que había un tráfico a velocidad inadecuada, se instalaron varios pequeños "lombos" para obligar a los conductores a frenar. No se descartan esas medidas en ortos puntos ya que algunos de esos "excesos", que llegan a superar los 70 e incluso los 100 kilómetros por hora, se registran en viales sin "lombos", en especial en el tramo de la avenida de Compostela con dos carriles por sentido, también se han detectado en calles adaptadas a la Zona 30, como la avenida de Buenos Aires hacia Monte Porreiro, donde los coches elevan notablemente la velocidad en los tramos "entre lombos, por donde no hay peatones, pero sí ciclistas y otros usuarios que pueden ser víctimas de un accidente".