El Concello de Ponte Caldelas informa de que no está dispuesto a mirar hacia otro lado mientras los propietarios de algunas fincas urbanas incumplen su deber de limpiarlas de cara al verano, para minimizar el riesgo de incendio.

El pasado 27 de enero entró en vigor una ordenanza que lo faculta para imponer multas de entre 100 y 3.000 euros y también a ejecutar forzosamente los trabajos de tala y retirada de broza.

La nueva ordenanza se centra en las competencias municipales, que se ciñen al casco urbano y al suelo de núcleo rural, mientras que la superficie rústica o forestal es competencia de la Xunta de Galicia, como destaca el alcalde, Andrés Díaz.