La Policía Local intervino el pasado año en 884 siniestros de tráfico en el casco urbano y las vías de su competencia, lo que supone una media de 17 casos a la semana. Esta cifra supone un incremento de 92 accidentes más con respecto a las cifras de 2015, cuando se registraron 792.

La concejala de Seguridad Ciudadana, Carmen da Silva, y el intendente jefe de la Policía Local, Daniel Macenlle, han explicado que de todos esos siniestros solo 45 (un 5%) fueron atropellos, pero en cambio los 12 peatones que resultaron heridos graves son mayoría entre los 18 lesionados totales que requirieron asistencia hospitalaria de más de 24 horas a consecuencia de algún accidente en el casco urbano.

Da Silva y Macenlle han destacado que, aunque estos datos son "satisfactorios, no se puede bajar la guardia" para mantener el casillero a cero en fallecidos en accidentes de tráfico en las vías municipales, un récord que ya supera los seis años. El último muerto en la ciudad ocurrió en febrero de 2011, en el puente dos Tirantes.

Ahora, el Concello se marca el objetivo no solo de mantener ese parámetro en cuanto a fallecidos, sino reducir todo lo posible el número de heridos graves.

Para ello, el gobierno local y la Policía han ideado tres campañas a lo largo de los próximos meses con el fin de alcanzar ese "ambicioso objetivo". La primera de ellas incidirá en la "concentración al volante" con el fin de evitar los "despistes, causa del 60% de todos los siniestros". "Al tratarse de despistes, entendemos que son accidentes que se pueden evitar, de ahí que se incidirá en la necesidad de que los conductores presten atención a lo que tienen entre manos", apunta la edil.

Otra campaña, que ya está en marcha, se refiere al "preocupante aumento de vehículos que circulan sin seguro o sin ITV". De hecho, el pasado año se localizaron 468 coches sin superar la inspección técnica y otros 501 sin seguro obligatorio. En 2015 las cifras habían sido mucho menores: 269 en el primer caso y 316 en el segundo.

Estas dos infracciones van a más a medida que pasan los años, según admite la Policía Local, que alerta del riesgo que implica circular sin ITV "porque puede suponer que el coche presenta algún fallo".

La tercera campaña incidirá en la velocidad, al detectarse que aún hay calles donde los conductores circulan demasiado rápido. Para ello, el Concello comprará un radar propio que probablemente está en manos de los agentes este mismo año.

El gobierno local aclara que "se avisará siempre con antelación" del uso de este cinemómetro ya que "no se trata de recaudar ni de poner multas, sino de conseguir que se circule más despacio y se reduzca el número de heridos".