Aparte de las 17 cabinas en las que se van instalando de forma alterna los distintos radares fijos de los que dispone la DGT en la provincia de Pontevedra, Tráfico actualiza de forma periódica en su web aquellas carreteras que son objeto de especial vigilancia por parte tanto de estos cinemómetros como por parte de los dispositivos móviles de los que dispone la Guardia Civil de Tráfico.
Según la página web de la DGT, en estos momentos están sometidos a especial vigilancia en cuanto a velocidad cerca de 200 kilómetros de un total de ocho carreteras de la comarca pontevedresa.
Aparte de los dos radares fijos que ya tiene instalados en Valga y Redondela, la práctica totalidad de la Nacional 550 cuenta con presencia de los dispositivos móviles de Tráfico. El resto de viales no dispone de ningún radar fijo, pero sí con una importante presencia de los vehículos de la Guardia Civil. Es el caso de la carretera de Vilagarcía, la PO-531, que cuenta con especial vigilancia desde el kilómetro 6 en Campañó hasta el 19 en Baión. La práctica totalidad de la PO-308 (28 kilómetros en total) también cuenta con este mismo seguimietno por radar, al igual que la PO-551 entre Marín y Rande.
Volviendo a las carreteras de la red estatal, la Nacional 541 entre Pontevedra y la frontera con Ourense se incluye en esta lista de la DGT, así como la Nacional 640 que atraviesa Cuntis y Caldas hasta llegar a Vilagarcía, este vial cuenta además con el ya citado radar fijo instalado en la circunvalación de la localidad arousana.
Además, la comarca cuenta con dos carreteras con tramos de especial vigilancia de la velocidad o "tramos Invive". Se trata del tramo sin desdoblar de la vía rápida de O Salnés desde Sanxenxo a A Lanzada y de la variante de Marín en casi todo su recorrido.
