La Fiscalía Provincial de Pontevedra aumentó la pena de prisión que solicitaba inicialmente para Manuel V. L., acusado de un delito de abusos sexuales sobre su nieta, que en el momento de los hechos tenía unos seis años de edad. Según la versión que sostiene el Ministerio Público, el hombre sometió a la menor a tocamientos en la zona de su vagina en varias ocasiones cuando esta se encontraba algún fin de semana en su casa en el año 2015. Inicialmente, el fiscal solicitaba una pena de cuatro años de cárcel, pero tras escuchar a testigos y peritos apreció que el delito tenía carácter continuado y reclama que se aplique el agravante de superioridad, por lo aumentó su petición de condena para el acusado a 5 años de prisión, además de seis años de alejamiento sobre la menor y cinco años más de libertad vigilada.

La defensa reclama la libre absolución al considerar que no hay pruebas suficientes para condenar al acusado. Durante el juicio celebrado esta mañana en la Audiencia Provincial de Pontevedra, el procesado reiteró que "nunca, nunca, nunca he tocado a la niña", negando así que hubiera hecho tocamientos a su nieta en sus partes íntimas. Relató, eso sí, las "malas relaciones" que tiene con la denunciante, la madre de la menor, que se había separado hacía ya tiempo de su hijo, que es el padre de la niña. Precisamente el padre de la menor duda de la credibilidad de la denuncia que presenta su exmujer dado que asegura que la niña tan solo "pasaba momentos puntuales" con su abuelo y que "siempre estaban en presencia de mi madre, mía o de mis otros dos hijos". Asegura que nunca vio "nada extraño" o que la niña le manifestara que algún tipo de rechazo hacia su abuelo.

La madre de la pequeña, no obstante, relató la forma en la que descubrió los supuestos abusos. La aparición de una muñeca a la que la menor había pintado ciertas zonas entre ellos los órganos sexuales del juguete, hizo que le extrañase este comportamiento y decidió preguntarle a la pequeña la razón de este proceder. Asegura que finalmente la niña acabó relatándole que el abuelo le hacía tocamientos en la zona de la vagina, por fuera y por dentro de la braguita, que solían ocurrir cuando se sentaba en su regazo a mirar la televisión. También le dijo que esto había ocurrido en varias ocasiones. Afirmó que la pequeña se sentía "avergonzada" al contarlo y que no lo hizo antes por "miedo a que yo la castigase o a que esto generase algún problema con su padre o su abuelo".

La vista oral finalizó con la declaración de dos peritos psicólogas quienes explicaron al tribunal que en una entrevista con la menor, a solas y sin la presencia de su madre, la menor les confesó un relato similar al ya explicado por su madre. Aseguraba que su abuelo la sentaba en ocasiones en el regazo y le practicaba tocamientos en sus partes íntimas. Tras el análisis del relato de la niña lo calificaron como "creíble". Los hechos se produjeron en el partido judicial de Ponteareas.