El pleno del próximo viernes tendrá un marcado carácter normativo, con la aprobación de la ordenanza de edificios y los cambiados reglamentos de Mercados y de Vertidos. En el primer caso se trata de adaptar las normas de la Plaza de Abastos paras permitir el traslado de puestos y destinar la planta alta a otros usos.

En cuanto al reglamento municipal de vertidos a la red de saneamiento, el objetivo es resolver la polémica sobre las conexiones en el rural, con quejas por el cobro de la tasa a casas que no están conectadas pese a disponer del servicio a la puerta.

Tras aprobarse el viernes, se expondrá al público una reforma que incluye nuevas prestaciones como, por ejemplo, que el mantenimiento de los acometidas entre la red general y el límite de la propiedad va a ser a cuenta de la adjudicataria.

Pero especialmente se reduce de 100 a 50 metros la distancia que debe haber entre la vivienda y el colector general. Dentro de esos 50 metros, cada vecino está obligado a conectarse, pero se admiten excepciones: cuando no hay posibilidad de conectarlo por una vía de acceso rodado pública o de uso público; cuando hay que atravesar carreteras de otras administraciones tanto estatales, autonómicas o provinciales y vías de tren; cuando es imposible conectar porque está soterrada la red eléctrica, la red de gas o la red de comunicaciones y cuando haya que cruzar un río o cauce de agua. Tampoco será obligatoria la conexión por razones técnicas.