Una de las razones de que Pontevedra haya registrado un elevado número de quejas ante la Valedora durante el pasado año puede deberse a que la propia Milagros Otero acudió en mayo de 2016 a Pontevedra para atender en persona a los ciudadanos y recoger sus quejas de forma directa. Aquella reunión generó expedientes impulsados por familiares de niños con diabetes (por las dificultades para acceder a los cines). También vecinos de Estribela denunciaban que la Fonte dos Leóns había quedado sin agua corriente tras unas obras de canalización del gas en la Rúa Cunchidos, y quejas relacionadas con la accesibilidad sensorial de las personas con dificultades auditivas a edificios públicos.

Además, la Valedora activó otra investigación en relación a problemas detectados en viviendas públicas Valdecorvos. Otros asuntos trataban de la presencia de postes de electricidad en fincas privadas, presuntas irregularidades en programas de rehabilitación de viviendas, problemas con la gerencia de personal del Sergas y la seguridad viaria de los ciclistas.

El balance conocido ayer hace referencia también a los ruidos en las calles, con especial incidencia en un "festival de doce horas en un parque", si bien se admite que "acabó a medianoche y se controló que las personas mantuvieran una conducta cívica". También se cita el malestar por el retraso en la valoración de las discapacidades en la ciudad por parte de la Xunta, la quejas recibidas desde la plataforma "Non á fusión Cerdedo-Cotobade" y la reunión con representantes de Comisiones Obreras de la ciudad infantil Príncipe Felipe "para denunciar la infrautilización de las instalaciones y el estado de este centro".