El gobierno local abrió ayer la puerta, definitivamente, al traslado de los puestos del Mercado de la calle Sierra para concentrarlos todos en la planta baja, y a destinar la alta a otros usos, especialmente gastronómicos, sin colisionar con los puestos ya existentes. Ayer se desestimaron oficialmente todas las alegaciones de los vendedores al nuevo reglamento que regula esta actividad y que se centraban sobre todo en aspectos como la ampliación y traspaso de las concesiones.

Los informes al respecto alertan de la ilegalidad de prorrogar concesiones públicas. No obstante, el acuerdo de ayer aún debe superar el trámite del pleno, donde el BNG no dispone de los votos suficientes. De hecho, en la aprobación provisional, antes de la exposición al público, la oposición ya forzó una vez la devolución del texto.

Contar con preferencia cuanto el Concello adjudique los numerosos puestos vacantes, de modo que se limite el acceso de otros comerciantes a esas bancadas vacía; y facilitar el traspaso de estas concesiones públicas de padres a hijos, por ejemplo. Eran dos de las demandas principales de los actuales vendedores, que se muestran muy reacios a la entrada de nuevos concesionarios en el Mercado. No obstante, los puestos que se generan en la planta alta previsiblemente se alquilarán por unos años, con la opción de lograr una concesión después.

Una de las asociaciones pedía que "se permita la transmisión de la concesión a terceros, sin mayor limitación que la subrogación de derechos y obligaciones en lo que resto del plazo de tiempo de la concesión". También se defendía "la preferencia en la adjudicación de los actuales concesionarios, a quienes les asiste el derecho de optar a cualquier bancada o caseta vacante". Una de las demandas clave, ahora rechazada era que aquellas concesiones otorgadas por 25 años puedan "renovarse por periodos temporales" hasta un máximo de 50".

Otra asociación de vendedores solicitaba algo muy parecido: que se contemplen "prórrogas sucesivas de cinco años, hasta un máximo de 50 años" y hacía especial referencia al eventual proceso de adjudicación de los puestos vacantes, siempre con el reconocimiento de "preferencia" a los actuales vendedores.

Otro de los puntos conflictivos es el relativo a los traslados. Al respecto, los vendedores actuales también reclamaban preferencia para los usuarios actuales e incluso que la persona que tenga que cambiar de ubicación por decisión municipal sea "indemnizado por los daños y perjuicios del traslado no consentido". Insiste este colectivo en la facilidad de los traspasos, alegando el "carácter eminentemente familiar de este sector" y que "la venta en los mercados ha venido transmitiéndose de padres a hijos".

Además del espacio gastronómico en proyecto, ya se habilitó una ludoteca y está previsto también trasladar la lonja a la planta inferior.