El TSXG ha desestimado la petición de suspensión cautelar del nuevo plan urbanístico del parking de Veteris, bajo la calle Antón Fraguas, un documento aprobado hace unos meses por el Concello para dar amparo a este polémico estacionamiento, cuya anterior tramitación fue anulada por completo por los tribunales, lo que obligó al Concello a reiniciar todo el proceso desde el principio.

La petición de suspensión cautelar forma parte de un recurso judicial formulado por la empresa Tejima, que gestiona un parking privado cercano, entre las calles Joaquín Costa y Filgueira Valverde, pero el TSXG descarta esa opción, sin entrar en el fondo del asunto. Ya en 2011, durante el primer proceso, tampoco se accedió a la medida cautelar, si bien después toda la tramitación se declaró ilegal.

Ahora se repite el camino judicial en el segundo intento del Concello de legalizar y dar amparo urbanístico al aparcamiento Veteris. Tejima ya puso en en manos del TSXG el acuerdo municipal de abril pasado por el que se aprobaba el Plan Especial de Infraestructuras y Dotaciones con el que se pretende legalizar por completo las instalaciones de Veteris.

El parking de Veteris comenzó a tramitarse hace más de una década y abrió sus puertas en octubre

de 2010, pero la sucesión de sentencias contrarias provocaron que su funcionamiento haya sido en precario y sin amparo legal o urbanístico, totalmente anulado desde 2014. Esta inseguridad es la que pretende resolver el Concello con el nuevo plan especial de infraestructuras aprobado definitivamente en abril, sin que se formulara alegación alguna, ni siquiera de Tejima, la misma empresa que durante todos estos años logró “tumbar” en los tribunales toda la tramitación municipal de este polémico aparcamiento.

Este documento urbanístico es el segundo que se elabora y en el se corregían, según la versión municipal, las anomalías que llevaron a los tribunales a anularlo en su día, en especial el trámite de evaluación ambiental. Fuentes municipales apuntan, en todo caso, que este nuevo recurso no paraliza el resto de trámites pendientes, en especial la convocatoria de un concurso que permita adjudicar de forma lícita su concesión, ya que hasta ahora funciona con una autorización a la misma empresa que ejecutó el aparcamiento y los edificios residenciales superiores, sin concurrencia pública. Esa concesión ya fue anulada hace unos días por el Concello, con el fin de poder convocar el concurso público.

El plan aprobado en abril de 2016 ya había sido refrendado en julio de 2015 por el Concello, pero la Xunta alertó de que faltaban los informes de telecomunicaciones y de servidumbre aeronáutica, por lo que fue necesario aguardar por ellos para una segunda aprobación y evitar posibles impugnaciones similares a las que tumbaron todo el proceso hasta ahora. Pese a que ahora se considera que “está todo atado” para no incurrir en el mismo problema, Tejima mantiene sus pleitos.