La popular Sor Elvira, la hermana de la caridad que dedicó su vida a los más necesitados en Marín, recibió ayer el primero de los homenajes que ha organizado la asociación benéfica que lleva su nombre. Este tributo, que consistió en una ofrenda floral ante su tumba, una oración por su alma y la instalación de una placa en su memoria, reunió a algunos inmigrantes que conocieron la caridad de esta monja, fallecida hace ahora un año, y que interpretaron cánticos y danzas funerarias de sus paises de origen ante su tumba.

El presidente de la Asociación de Acción Solidaria Sor Elvira, Julio Santos Pena, recordaba que la hermana Elvira Grasa Gil falleció en un Sábado de Gloria, "una casualidad que parece más bien tener significación propia".

Ante el panteón en el que reposan sus restos mortales, en el cementerio de A Raña, los integrantes del colectivo fundado para continuar su labor depositaron flores y recordaron su legado.

Santos recordó que Sor Elvira fue una monja de la comunidad de Hermanas de la Caridad que llegó a Marín a principio de los años treinta del siglo pasado y aquí dedicó su vida primero a la docencia en el colegio Inmaculada y, tras su jubilación, a trabajar por los más necesitados, principalmente los inmigrantes que llegaban a esta villa marinera sin tener un sitio en el dormir ni un plato que poner sobre la mesa.

El programa de actos organizados para honrar su memoria continúa hoy. A las 20.00 horas se celebrará una misa cantada por la coral Polifónica Lembranzas. Mañana martes, a partir de las 20.00 horas, se celebrará una mesa redonda en el salón de actos del Museo Manuel Torres sobre el tema "Voluntariado y Vida", con la participación de Pili Dapena, del colectivo Albergue, Calor y Café, de Pontevedra; Pepa Vázquez, coordinadora de la asociación Boa Vida de Pontevedra; Javier Rodríguez y Maite González, del Grupo de Apoyo a la Familia, de Moaña; y María del Carmen Dapena Astor, del comedor Benéfico de Marín.