Los más de cien participantes en el proyecto "Xuntos no Camiño" completaron ayer en la plaza del Obradoiro su reto de completar la ruja jacobea portuguesa desde Tui para "reclamar la normalización de sus vidas y hacer más visible la realidad " de los asociados de las cinco entidades de Pontevedra organizadoras: Asampo (Asociación de Amigos da Pontevedrada), Asseii (Asociación Socio-sanitaria Educativa Inflamatoria Intestinal), Anedia (Asociación de Nenos e Nenas con Diabete de Galicia), Pedaladas (para la promoción de la bicicleta) u Amencer-Aspace (Asociación de Atención á Parálise Cerebral).

Tras recorrer ayer los últimos doce kilómetros de la última etapa, desde As Galanas (Teo) con Compostela, se completó así una aventura que comenzó el 22 de enero en Tui y en la que los participantes recorrieron unos 120 kilómetros para "mostrar que las patologías que representan estos colectivos no son un impedimento".

A la etapa de ayer se sumó el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña y también Susana Ruiz Mostazo, una deportista con diabetes tipo 1 que los organizadores destacan como un "claro ejemplo de que con voluntad y los necesarios apoyos, las barreras pueden superarse". No en vano, Susana Ruiz es una experta montañera con expediciones al Everest o el Kilimanjaro, entre otros hitos.

En la etapa participaron también, al igual que en jornadas anteriores, los niños con enfermedades crónicas, parálisis cerebral y otras patologías, intercambiaron experiencias y conocimientos con los demás peregrinos. Tras comer en la Alameda de Santiago y recoger las credenciales de la peregrinación, todos llegaban a media tarde a la plaza del Obradoiro.

Allí, Alba Villanueva Pérez, una niña de doce años con diabetes tipo 1 leyó un manifiesto en nombre de todos los participantes. En él se destacó que "haciendo el Camiño Portugués demostramos a la gente que las únicas limitaciones que tenemos son las que nos ponen desde fuera y que podemos hacer frente a todo lo que nos propongamos. Conocimos gente maravillosa, hicimos muchos amigos y aprendimos a respetar las diferencias de los demás. Además, superamos nuestros límites personales, aunque nos queda mucho por lo que luchar".

La ceremonia final, en la que se portaron cinco lazos de colores que representan a cada una de las asociaciones organizadores, contó con la presencia de representantes de los concellos por los que transcurre la ruta, de la Diputación y de la Asociación de Amigos do Camiño Portugués, así como de la Guardia Civil y de Protección Civil, que acompañaron a los peregrinos en todas las etapas.