El Concello ya ha rematado su primero mural urbano. Se trata del realizado en el emblemático palomar del parque de Las Palmeras, junto al no menos histórico estanque de los patos, en el que la empresa especializada Cestola na Cachola recreó el “eterno retorno”.

Según explican los creadores, aprovechando la forma circular del palomar, crearon una histórica cíclica. En la parte superior se muestra la secuencia de un eclipse dividido en fotogramas.

En la parte intermedia, una mujer con los ojos vendados lanza flechas tratando de darle a la manzana que está sobre su cabeza, pero al recorrer el muro las flechas regresan por su espalda; en la parte posterior otra mujer con un escudo trata de proteger a ambas de las flechas; y mientras tanto, una gran serpiente recorre la escena hasta morder su propia cola, envolviéndolas con ella.

En la parte inferior se muestra un río circular que representa el río Lérez repleto de vegetación.

Se trata de una primera experiencia con la que el Concello quiere poner en valor esta instalación que ahora tiene un uso muy diferente al original ya que sirve para guardar herramientas de trabajo del departamento de Jardines.

El propósito municipal es continuar mejorando medianeras de la ciudad con murales tan vistosos cómo este, tal y como indicó en su día el concejal responsable del área urbana, Luis Bará.