El Partido Popular clama contra la parálisis que sufre la variante de Rebón desde la llegada de la nueva corporación a la Diputación de Pontevedra. Ayer, la alcaldesa de Moraña, Luisa Piñeiro, acudió a la parroquia de la localidad junto a los diputados Ángel Moldes y Belén Cachafeiro y varios vecinos para exponer simbólicamente esa crítica con la colocación de un cartel contra el ente dirigido por Carmela Silva.

"Obra paralizada por la nueva Diputación", exponía el rótulo instalado por el Partido Popular para hacer visible su descontento que "evidencia la parálisis total del gobierno bipartito".

La regidora del municipio exigió que "se retome el proyecto" iniciado en la anterior etapa de la Diputación, con el PP al mando: "En aquel momento se presentaron varias alternativas y esta fue la eligida por los vecinos de forma consensuada". Sin embargo, Piñeiro lamentó que "una vez empezadas las obras" se retiraron las máquinas "sin dar ningún tipo de explicación". "Casualmente coincidiendo con el cambio de gobierno" ironizó.

Según la alcaldesa, este proyecto no debe seguir más tiempo en el aire, pues "los vecinos de Rebón deben tener garantizada su seguridad". Por su parte, el portavoz popular, Ángel Moldes, analizó las obras que el gobierno provincial ha parado en municipios pequeños y medianos: "Nosotros no criticamos las inversiones en las grandes localidades, pero sí decimos que los de menor tamaño también tienen derecho a contar con obras importantes". "En este caso, el proyecto ya estaba adjudicado e incluso ya se estaba ejecutando", recalcó. Para Moldes, "hay una obsesión por destruir todo lo anterior y con esa actitud solo perjudican a los vecinos, ya que crean problemas en vez de dar soluciones".

Anulado

A día de hoy, el proyecto de mejora de la EP-0530 a su paso por la parroquia de Moraña presentado por el PP, que incluía una variante, está anulado. La Diputación procedió a dicha anulación en julio del año pasado al entender que contenía "graves irregularidades" de tramitación. Según el ente provincial, el plan no disponía del informe de Augas de Galicia a pesar de canalizar un riachuelo, carecía de evaluación ambiental y tampoco disponía del informe de Patrimonio, necesario al situarse en la zona una iglrsia románica del siglo XII.