Los trabajadores del Juzgado Número 1 de Caldas de Reis realizaron ayer una parada en frente del edificio judicial para mostrar su descontento ante los recortes llevados a cabo por la Xunta de Galicia.

Acompañados de otras personas relacionadas con el mundo judicial y de miembros sindicales, los trabajadores se concentraron para protestar por sus condiciones laborales que viven desde el año pasado, cuando el gobierno autonómico eliminó un puesto interino de tramitador. Con la supresión de este puesto, el Juzgado de Caldas se quedó con una plantilla de siete trabajadores, uno menos que los juzgados de su misma categoría.

Este recorte de plantilla ha provocado que se produzcan "retrasos desproporcionados" en la tramitación de expedientes de todo tipo, ya que el puesto de tramitador se encargaba de llevar a trabajos en el Registro Civil. "Esa función ahora se la tienen que repartir los siete restantes como pueden. Es decir, dejan de llevar a cabo las funciones inherentes a su puesto para cubrir un vacío que no debería existir. Toda esta situación lo que hace es generar déficits en todas las cuestiones que se llevan a cabo en el edificio judicial", explicó Julio Bouza, uno de los delegados del sindicato SPJ-USO de Vigo, que estuvo presente en la concentración.

Inspección en julio

Esta situación se agrava al tener en cuenta que en el mes de julio, el Consejo General del Poder Judicial tiene programada una inspección en el Juzgado de Caldas en el que se deberá exponer el estado actual de todos los expedientes y dejará en "entredicho" el trabajo de los funcionarios judiciales pese a que estos asumen más cargas que las que su propio puesto indica.

Los sindicatos ya han dirigido a la Dirección Xeral de Xustiza varios escritos alertando del "colapso" y se han reunido con el director general, pero no han obtenido respuestas positivas, por lo que se plantean más concentraciones y alertar al Valedor do Pobo de la coyuntura.