-¿Se pueden cuantificar esas pérdidas a nivel social?
-Todos los servicios que prestan los bosques y los hábitats naturales que se pierden suponen un gasto para el erario público. Son gastos ocasionados directamente por el eucalipto. A nadie se le escapa que hay una relación directa entre la eucaliptización y los fuegos. El año pasado, el plan contra los incendios forestales gastó del presupuesto público 168 millones de euros, de modo, que, sin temor a equivocarnos, podemos decir que, como mínimo, el eucalipto nos costó a los gallegos esos millones. El modelo de monocultivo está detrás del problema de los fuegos.
-¿A qué especies autóctonas afecta más el eucalipto?
-El eucalipto ya sustituye a las especies caducifolias autóctonas: carballo, castiñeiro, freixo, vidueiro, cerveira... De los árboles gallegos se puede conseguir fruto, madera, hongos... pero el eucalipto solo sirve para pasta de papel y madera de baja calidad. Lo que ocurre aquí, en Galicia, es una anomalía. Solo pasa aquí y en Asturias. La gente piensa que la pasta de papel solo se hace con ecualipto. Ence antes se servía de pino. Desde hace 40 años, por un interés puramente económico, se cambió al eucalipto. En los países de Europa, donde están las papeleras más potentes del mundo, la pasta de papel se hace con especies autóctonas de allí.
