No faltó la tensión en la sesión de ayer. Si bien fue un pleno sosegado y, una vez más, maratoniano -más de cuatro horas de duración para un contenido de escasa relevancia política- sí hubo algún momento de discusión encendida, como a la hora de debatir sobre conciliación familiar y,. Pero sobre todo, fue a raíz de la propuesta de María Rey (Ciudadanos) para mejorar el alumbrado y la seguridad en la calle Cruceiro y su entorno, en la zona de la rúa de A Barca, con la creación de un centro social de Rexurdir hasta ahora ubicado en la calle Cruz Roja.

Todos dicen defender este servicio, que cuenta con el apoyo municipal y de la Xunta, pero tanto Rey como María José Rodríguez Teso (PP), hicieron referencia a la inquietud vecinal por posibles problemas de "insalubridad". La concejala de Ciudadanos incluso hizo referencia a la "intranquilidad, quizás inseguridad, que pueda generar (este centro) a los vecinos de la zona circundante", por lo que reclamó mejoras del alumbrado "para eliminar todo punto de oscuridad", más limpieza "para hacer del lugar un espacio diáfano" y "una mayor presencia policial en horas de mayor concurrencia y menor visibilidad".

Esta intervención de María Rey encendió a Carmen Moreira (Marea) y Carmen Fouces (concejala de Benestar Social del BNG). La primera dijo estar de acuerdo con el alumbrado, la limpieza y la policía, pero votó en contra por "vincularse en la propuesta un centro muy necesario con suciedad e inseguridad". Recordó que este servicio se presta desde hace años en la calle Cruz Roja "y no hay inseguridad ni inquietud vecinal".

Por su parte, Fouces fue más allá y calificó la propuesta de Ciudadanos como "cortina de humo porque en realidad no le gusta el servicio, no se está de acuerdo con este centro". Sí apuntó que se ejecutarán obras de mejora en el entorno pero no por el proyecto de Rexurdir sino porque "le toca, como ya se hizo en Alfonso XIII, Pilar Bértola, la rúa de A Barca o Jofre de Tenorio".