No es habitual, sobre todo en los últimos años de constante declive de la actividad, pero la pequeña lonja de pescado y marisco de Pontevedra puede presumir de ser la única de las subastas de la ría (sin incluir las de Bueu y Aldán) que inició el año con números positivos y mejor balance que en el arranque de 2016.

Según los datos provisionales de la plataforma pescadegalicia.gal de la Consellería do Mar, la rula ubicada en el Mercado de la calle Sierra ha facturado desde el 1 de enero hasta esta misma semana de marzo un total de 16.216 euros por la venta de 1.279 kilogramos de mercancía. Son cifras muy modestas, comparadas con las demás lonjas de la ría y con los resultados de esta misma subasta hace una década, pero sí suponen un respiro con respecto a los datos de 2015 y 2016, cuando el mismo periodo se cerró con 15.000 y 10.000 euros respectivamente y también menores cantidades de mercancía.

De hecho, los 16.216 euros acumulados ya este año suponen un aumento de más del 65% con respecto a las cifras del pasado año, que a estas alturas del ejercicio apenas llegaba a 9.700 euros.

Todo ello, con el añadido de que es la única lonja en positivo hasta el momento. Los mismos datos provisionales detallan que la lonja de Campelo, en Poio, especializada en comercializar el trabajo del sector marisquero del fondo de la ría, ha facturado hasta ahora este año unos 567.0600 euros, un 23% menos que en el mismo periodo de 2016. La caída en Marín se cifra, por el momento, en un 18%, con algo más de medio millón de euros, mientras que en Portonovo los ingresos superan los 307.000 euros, un 20% por debajo de lo facturado hace un año hasta esta misma semana de marzo.

En conjunto, estas cuatro lonjas acumulan hasta ahora -en estos primeros 75 días del año- unos ingresos provisionales de 1.413.000 euros por la subasta de algo menos de 604.000 kilos de pescado y marisco. En esos mismos primeros setenta jornadas de 2016 se acumulaban 777.000 kilos y 1.770.000 euros.

La mejoría, al menos provisional, de la rula de Pontevedra no oculta, en todo caso, el declive que protagoniza desde hace años, una situación que llevó incluso el pasado año a quedarse con una única subastadora, frente a las tres anteriores, por la drástica caída de ingresos.

Esta subasta basa su actividad en la venta de tres mariscos de calidad: camarón, centolla y nécora, que suman el 95% tanto de los ingresos como de la mercancía total que pasa por el recinto, que este año también ha subastado, choco, percebe, raya o pulpo, entre otras especies. El camarón es el que ha movido más dinero, casi 10.300 euros, lo que supone el 63% del total. La centolla permitió ingresar 3.430 euros, el 32%, y la nécora otros 1.820 euros. En conjunto, estos tres mariscos suman más de 1.200 kilogramos, es decir la práctica totalidad de todo lo que pasa por la planta alta del Mercado de la calle Sierra.

Pese a estos números en positivo frente al resto de lonjas de la comarca, todo el volumen que se mueve en Pontevedra es un pequeño porcentaje de una única especie en las demás. Así, solo de almeja japónica se vendieron este año en Campelo 71.000 kilos, por 461.000 euros; por Marín pasaron 34.000 kilos de merluza, con una cotización conjunta de 113.000 euros, y en Portonovo se subastaron 212.000 kilos de caballa por 145.000 euros.