La conflictividad en el interior de los centros penitenciarios ha descendido notablemente en los últimos años, especialmente debido a que también se han rebajado notablemente los problemas de masificación que padecían cárceles como la de A Lama. No obstante, los funcionarios de prisiones siguen siendo objeto de agresiones por parte de algunos reclusos.

En el centro penitenciario pontevedrés, entre 2011 y 2015 se han registrado un total de 60 agresiones a internos, según los datos facilitados por el propio Ministerio del Interior a la diputada socialista Zaida Cantera. Por años, es destacable que el número de agresiones se mantiene estable en los últimos dos ejercicios de los que se ofrecen datos pormenorizados por prisión. Tanto en 2014 como en 2015, el número de incidentes fue de una docena. Una cifra que se mantiene por debajo de las 13 de 2011 o de las 16 que llegaron a producirse en 2012, una de ellas con lesiones de carácter grave para el funcionario. Fue el peor año de la serie histórica, dado que es el único en el que el número de agresiones deja el único episodio con lesiones graves y también en el que más heridos leves se produjeron, un total de 8.

Y es que aunque el número de 60 agresiones en cinco años pueda llamar la atención, también hay que destacar que más de la mitad fueron incidentes en los que los funcionarios no resultaron heridos pese a la agresión (un total de 33), frente a los 26 casos con lesiones leves y un único caso grave ya mencionado.

Eso sí, la comparación entre penales no deja muy bien parado al centro penitenciario de A Lama. Y es que después de las cárceles madrileñas de Madrid VII en Estremera (con 85 agresiones en este periodo), Madrid V en Soto del Real (con 69) y Morón de la Frontera, en Sevilla (con 67), A Lama sería el cuarto penal del Estado con un mayor número de incidentes, según los datos de Interior.

En Galicia fue también el penal más conflictivo en todos estos ejercicios salvo en 2014, cuando las 14 agresiones que se produjeron en Teixeiro superaron a la docena contabilizadas en el penal de A Lama.

Según estos mismos datos, entre 2011 y agosto de 2016 se produjeron en las prisiones españolas un total de 2.132 agresiones a funcionarios de Instituciones Penitenciarias, de las que 1.154 fueron sin lesiones, 923 con lesiones leves, hubo 54 casos de agresiones graves y un único caso de una agresión muy grave.

Un periodo en el que, según estos mismos datos, se produjo una caída en la plantilla de funcionarios en las prisiones de más de un millar de efectivos, pasando de 22.919 en 2011 a 21.838 en 2015.