La protectora canina de Pontevedra, Os Palleiros, celebra hoy una jornada de puertas abiertas para toda la ciudadanía destinada a dar a conocer sus instalaciones, su trabajo y, sobre todo, a "sus peludos". Para ello, y para incentivar las visitas de las familias, se instaló una zona de hinchables para niños y un puesto de venta de artículos con fines benéficos para el colectivo. Esta tarde estará abierta de las 16 a las 19 horas.

En el recinto de Campañó viven actualmente 150 perros, la mayoría de ellos mestizos. Cada uno tiene una historia detrás, por lo general muy triste, marcada por el abandono o el maltrato. El esfuerzo de los voluntarios, con la presidenta de Os Palleiros a la cabeza, Gloria Cubas, no logra equilibrar el número de adopciones con el de abandonos. "Siempre entran más de los que logramos colocar", se lamenta. Ayer mismo entraban tres cachorros que habían sido abandonados en el centro de Pontevedra y hoy llegaba hasta la protectora una perra de tamaño pequeño encontrada atropellada en la salida de la carretera de Tomeza a Pontevedra. No hay día en el que los colaboradores de esta preciosa causa no se sientan desbordados.

En un perfecto e increíble orden, la protectora cuenta con diferentes zonas: la de cuarentena, la de maternidad y hospitalización, la de cachorros, la de "abuelitos", la de perros potencialmente peligrosos, la clínica veterinaria, la lavandería, el almacén de comida€ y, por supuesto, los caniles, amplios, individuales o compartidos, en función de la trayectoria que cada uno de los animales arrastre. A todo ello habría que sumar los canes que se encuentran en casas de acogida, como los diez cachorritos que todavía necesitan biberón para salir adelante.

La colaboración con Os Palleiros se puede realizar de diferentes modos. Uno de ellos es haciéndose socio o realizando donaciones puntuales, de dinero o material como alimentos, mantas, correas, medicamentos... También se puede apadrinar a uno o más perros o participar en los "paseos palleiros", que tienen lugar cada sábado a las cuatro de la tarde y los domingos a las once de la mañana.

Shira, Pay, Pin Pon, Darco, Dino, Orejotas, Clara, Elfo, Kinza, Mariña, Coraje, Ades, Chino€ son algunos de los nombres de las decenas de animales que se acercan a las rejas lamiendo a todo aquel que se anima a visitar la protectora y que demuestran en su actitud su ansia de encontrar una casa y una familia con las que compartir el calor de un hogar. En sus miradas queda claro que ellos sí están dispuestos a ser fieles para toda la vida.