Fueron más de cinco años de trámites, pero finalmente las bodegas asociadas de Pontevedra, Marín, Poio y Vilaboa podrán disponer este año del sello de calidad Ribeiras do Morrazo, de modo que la próxima cosecha ya se podrá comercializar al amparo de esta Indicación Xeográfica Protexida (IXP).
Ayer se publicó en el Diario Oficial de Galicia (DOG) y en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la protección nacional transitoria, una suerte de autorización que permitirá que las bodegas que cumplan con todos los requisitos puedan comercializar sus caldos bajo esta denominación.
Esta publicación ha sido acogida con satisfacción entre los productores implicadas y también por parte de los respectivos concellos, toda vez que en muchos de ellos se adoptaron sucesivos acuerdos para impulsar primero y agilizar después este largo proceso.
Esta protección nacional transitoria, tal como indica su nombre, es una paso previo y transitorio antes de que el expediente supere el trámite ante la Unión Europea. Este trámite ante las autoridades comunitarias se prevé largo -de hecho el expediente se remitió hace ya meses- y la legislación prevé esta protección nacional temporal para que las bodegas interesadas puedan empezar a operar en el mercado. Desde la consellería aseguran que la documentación fue remitida a Bruselas para ser analizada por la Comisión Europea (CE) y que el IXP Ribeiras do Morrazo aún debe pasar un periodo de exposición pública en todo el ámbito de la Unión.
La IXP Ribeiras do Morrazo abarca un ámbito formado por ocho ayuntamientos -Bueu, Cangas, Moaña, Marín, Vilaboa, Pontevedra, Poio y Redondela- y ampara a vinos blancos y tintos con una graduación mínima de 11,5 y 10% respectivamente. Los datos de los registros vinícolas apuntan que en estos ocho ayuntamientos existen alrededor de 2.340 hectáreas de viñedo. No obstante, esto no significa que todas puedan adherirse al sello de Ribeiras do Morrazo, tal como puntualizan desde la Consellería do Medio Rural. Las bases de la indicación geográfica establecen que solo se pueden incluir algunas variedades o castes de cultivo tradicional, que se especifican de manera muy precisa. Esas clases son el albariño, caíño blanco, godello, loureiro, treixadura y blanco legítimo en el caso de las uvas blancas, y brancellao, caíño tinto, pedral, espadeiro, loureiro tinto, mencía y sousón dentro de las variedades de uva tinta.
El pliego de condiciones de la IXP incluye además una descripción de cómo son los vinos del sello Ribeiras do Morrazo. "Frescos e suaves en boca, limpos, brillantes con aromas francos nos que se aprecian as características propias da materia prima da que proceden". Se añade que estos caldos cuentan con "graduacións alcohólicas moderadas, con aromas florais e de froitas e, finalmente con boa e equilibrada acidez". Por último, se señala que los vinos blancos contarán con una "potente intensidade aromática" y los tintos estarán bien "cubiertos en fase visual". Las estimaciones de la Consellería de Medio Rural indican que en la actualidad hay en el ámbito de la IXP siete bodegas legalizadas, con una producción anual de entre 20.000 y 30.000 litros.
