Mientras los vecinos sí dan su opinión sobre la polémica con el único fin de respaldar a su párroco, este prefiere mantenerse en silencio. El cura pidió "perdón" públicamente en todas y cada una de las parroquias en las que ofrece el sacramento de la Eucaristía.

Por su parte, el Arzobispado de Santiago, enterado de la polémica, prefirió también no hacer declaraciones con el objetivo de tratar de hacer olvidar el tema y darlos por zanjado