La comunicación de Ence a la Comisión Nacional del Mercado de Valores en la que replantea su Plan Estratégico 2017-2020 ha causado un auténtico revuelo político. El documento viene a confirmar lo que ya se sabía desde junio de 2016, que Ence iba a apostar por Huelva para construir su próxima planta de biomasa de 40 megawatios y que, aunque no renunciaba a ella, dejaba en el aire y sin fecha en el calendario la anunciada construcción de una instalación de este tipo en Pontevedra. El documento sí permite concluir que, como mínimo, la empresa no se plantea iniciar la construcción de esta planta de biomasa en Lourizán hasta después del horizonte de 2020, algo que confirmó ayer mismo la propia compañía.

Según la empresa de celulosa y energía, "Ence no renuncia a la planta de biomasa de Pontevedra, ni deja a Pontevedra sin dicha planta", explicaron fuentes de la pastera. El grupo empresarial se escuda en el tiempo que tardará la tramitación de los correspondientes permisos para esta instalación, y "que estimamos que durará unos dos años", para justificar que se vaya a priorizar la construcción de la planta concedida el pasado año por el Gobierno de 40 megawatios de potencia en Huelva. Señalan que allí, en Andalucía, "los permisos llegarán antes y de esta forma podremos construirla dentro de los plazos exigidos en dicho concurso" del Gobierno.

La planta correspondiente a Pontevedra, por lo tanto, se quedaría fuera del horizonte de 2020 y por lo tanto no se recoge en las previsiones del actual plan estratégico actual de Ence, que planifica las actuaciones hasta ese año. La empresa anunció que se presentará al próximo concurso que convoque el Gobierno para optar a otra concesión de este tipo.

Mientras que Ence se limitaba a señalar estas dificultades en la tramitación de los correspondientes permisos en Pontevedra y a contraponerlas con las supuestas facilidades que encuentra en Huelva (con la perenne oposición del Concello de Pontevedra hacia la pastera, como telón de fondo), los representantes del PP y de la Xunta fueron más claros al vincular las dificultades con las que se encuentra Ence para desarrollar sus proyectos en Pontevedra con los "obstáculos" que plantea el ayuntamiento pontevedrés.

"Es cierto que las dificultades con las que se encuentra (Ence) para desarrollar su labor en autorizaciones del Concello, no las encuentra ni en Asturias, ni en Huelva", aseguró ayer el vicepresidente de la Xunta y presidente del PP de Pontevedra, Alfonso Rueda. Aunque reconoció que no sabe si esto "incide o no" en la decisión adoptada por Ence, insistió en que "a las empresas que crean puestos de trabajo hay que darles facilidades, no dificultades".

Rueda insistió en que Ence "no renuncia" a la construcción de una planta de biomasa en Pontevedra y anuncia que "la Xunta estará vigilante para que se cumpla el pacto ambiental" así como todas las inversiones comprometidas, tanto en la mejora ambiental de la fábrica, como en la aportación al saneamiento de la ría, o los 3 millones de euros al año del programa de ayudas sociales, así como el resto de actuaciones en materia de competitividad de la fábrica al margen de la biomasa. "Eso, Ence tiene que hacerlo", dijo.

Por su parte, el conselleiro de Economía, Francisco Conde, demandó ayer "colaboración" del ayuntamiento para que la planta de biomasa pueda "ser una realidad". Indicó que para desarrollar este tipo de "oportunidades se necesita la colaboración de todas las administraciones" y abogó porque el consistorio ayude "en las diferentes inversiones que Ence tenga programadas".

Y es que la alternativa, dijo, es "la deslocalización" de estos proyectos "que es lo que parece que está ocurriendo en este caso y es lo que nosotros entendemos que no se debería producir", añadió Conde. Por contra, mostró la predisposición clara de la Xunta de "apoyar las inversiones de Ence que puedan mejorar su eficiencia y su competitividad".

Rueda, "consejero" de Ence

En el Concello de Pontevedra lamentan que los dirigentes del PP, y concretamente Alfonso Rueda, se haya convertido en "consejero virtual" del Consejo de Administración de Ence y reiteran su oposición a la permanencia del complejo en la ría de Pontevedra. Con todo, el portavoz del gobierno local, Raimundo González Carballo, insistió en que el Concello "no recibió comunicación alguna de la pastera", ni para la tramitación de esta planta, ni para ningún otro proyecto.